El año 2025 llega poco a poco a su final y la industria automotriz europea sigue moviendo ficha ante lo que deben ser una toma de decisión por parte de los organismos continentales que no ponga en riesgo todo el sector, y por consiguiente, el gran número de puestos de trabajo tanto directos como indirectos que dependen del mismo. Desde Alemania hace ya meses que vienen respaldando a Italia a la hora de solicitar que la Comisión Europea reconsidere la estricta prohibición de no comercializar vehículos con motores de combustión interna a partir de 2035.
En esta ocasión, el firmante tiene todo el estatus de ser el canciller alemán, Friedich Merz, el cual, preocupado por esta cuestión tan importante con la industria automotriz de su país, ha remitido una carta a la Comisión instándola a mantener abiertas las opciones tecnologías más allá de esa fecha de corte de 2035.
«Se trata sobre todo de conseguir una buena compatibilidad entre la competitividad y las exigencias que planteamos en materia de protección del clima», reveló el propio Merz sobre el contenido de la misiva oficial durante una rueda de prensa realizada a finales de la pasada semana. No son únicamente los conservadores los que están defendiendo esta posición, sino que también cuentan con la fuerza común de los socialdemócratas con los que actualmente comparten el gobierno.
El plan según el canciller germano, sería por apostar por un mix que permitiera convivir en el mercado no solo a los vehículos eléctricos y los de hidrógeno con pila de combustible, sino también la presencia de híbridos enchufables, la cada vez más destacada oferta de vehículos eléctricos conocidos como “de autonomía extendida”, así como vehículos térmicos altamente eficientes, entre los que seguramente podrían entrar nuevos desarrollos de motores de combustión de gasolina, así como la posibilidad de que también se tengan en cuenta a los de gas.
Nuestro objetivo debe ser una regulación del CO2 tecnológicamente neutral, flexible y realista que cumpla con los objetivos de protección climática de la UE sin poner en peligro la innovación y la creación de valor industrial. Debemos considerar las emisiones de toda la flota de automóviles de pasajeros, es decir, las nuevas matriculaciones y los vehículos existentes – Friedich Merz
Con el apoyo de su socio de coalición, Alemania forma por tanto un frente común para mantenerse como una postura fuerte en la posibilidad de influir en que la Comisión Europea rebaje sus expectativas de cara a finales del próximo decenio. La carta no responde a una petición puntual realizada de forma arbitraria por el gobierno germano, sino que se espera que el próximo 10 de diciembre la Comisión presente el paquete de propuestas para ayudar al sector automotriz europeo, por lo que, esta declaración llega en un momento clave viniendo de uno de los países con más peso en el Viejo Continente.
Los rumores apuntan a que este nuevo paquete de medidas debería seguir en la línea de suavizar los requisitos iniciales marcados por la Unión Europea, recordando que el pasado mes de marzo, la Eurocámara aprobó un cambio en la normativa sobre emisiones de CO2 para los coches y furgonetas nuevos con el voto de 458 eurodiputados a favor, 101 en contra y 14 abstenciones. También Reino Unido ha acordado estudiar eliminar la prohibición de comercializar híbridos enchufables a partir de 2030.
Francia y España por su parte parecen estar en una situación divergente respecto a Alemania e Italia, y habrían pedido a la Unión Europea que «la próxima revisión preserve el límite de 2035 y la ambición ambiental de la trayectoria de emisiones de CO2 que lo sustenta«






