El Alfa Romeo Tipo B ha sido uno de los grandes coches de competición de preguerra. Se trata de un brillante monoplaza basado en la familia 8C de Alfa Romeo, diseñado por Vittorio Jano. Es posiblemente uno de los más bonitos coches de competición jamás creados, a pesar de seguir fielmente la premisa de función sobre forma. Nada más ser lanzado a los circuitos en 1931, su éxito fue instantáneo: se llevó el primer puesto en Monza y dos victorias 1-2-3 en los Grandes Premios de Alemania y Francia. Casi nada.
Como sucesor de los exitosos Alfa Romeo Tipo P2, fue uno de los primeros coches de competición en abandonar la configuración biplaza, habitualmente necesaria para el mecánico de a bordo. Quizá os estéis preguntando por qué este Alfa Romeo lleva el emblema de Ferrari sobre el capó, y más teniendo en cuenta que Ferrari no fue constituida hasta finales de los años 40. La Scuderia Ferrari – dirigida por Enzo, como no – pasó a gestionar el programa de competición de Alfa Romeo tras su bancarrota en la Gran Depresión.
En 1932 continuaron experimentando grandes éxitos en competición, en gran parte gracias a los Tipo B P3. En 1934 las reglas en competición cambiaron ligeramente, estableciéndose una anchura mínima de 85 cm y un peso máximo de 750 kilos para los monoplaza. Ahí fue cuando este Alfa Romeo Tipo B P3 de segunda serie nació. Con chasis número 50006, es el segundo de sólo nueve unidades de segunda serie fabricadas. A su exclusividad se suma un eje delantero IFS Dubonnet y un esquema de suspensión trasera con muelles invertidos.
Esta unidad está completamente restaurada, y se presenta a subasta con todos los papeles reglamentarios de la FIA, autorizándolo a correr en Grandes Premios de vehículos históricos. Es de hecho la primera vez que un Alfa Romeo Tipo B P3 sale a subasta en más de una década, y RM Auctions espera venderlo en su subasta de París – en febrero del año que viene – por un precio de entre 3,6 y 4,6 millones de euros. Con toda seguridad se convertirá en uno de los Alfa Romeo más caros jamás subastados – sino el más caro.
Es sencillo de entender. A su rareza y su pedigrí se suma una documentación completa y una historia sin incidentes, no tan sencillo para un coche que ha sufrido una Guerra Mundial en un país invadido. Según RM Auctions su propulsor de ocho cilindros en línea sobrealimentado por compresor funciona a la perfección. Este motor de 2,9 litros y más de 200 CV de potencia le permitía cubrir grandes premios con fiabilidad, haciendo sudar a sus rivales, al borde del agotamiento de sus mecánicas.
Sin más dilación, os dejo con una pequeña galería en alta resolución, en la que apreciar todos sus elegantes detalles. Definitivamente, los coches de competición de hoy en día no tienen la elegancia y el carisma de antaño. Fijaos en sus radios de color rojo, en las aberturas de ventilación de su capó, en sus enormes discos de tambor tan expuestos… es verdaderamente arte sobre ruedas. Y como buena obra de arte, se pagará una fortuna por su posesión.
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