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El Audi EP4 es mucho más que un homenaje en clave eléctrica al NSU Prinz

En el lejano año 1873 se fundó NSU en la ciudad alemana de Neckarsulm. Aunque nació como fabricante de bicicletas, pronto se convirtió en un importante fabricante de coches. Tras la Segunda Guerra Mundial, disfrutó de un gran éxito gracias a una gama de coches sencillos y asequibles, con un toque deportivo y una estética llamativa. NSU Motorenwerke AG fue la primera marca en fabricar coches con motores rotativos, y en 1969 se fusionó con Auto Union, dando lugar a la Audi que hoy conocemos. Aquí es donde la historia se pone interesante.

Uno de los últimos productos de NSU, antes de ser totalmente absorbida por Audi, fue el Prinz 4. El 4 hacía referencia a que se trataba de la cuarta generación, lanzada al mercado en 1961. Era un simpático coupé de pequeñas dimensiones, con un motor montado sobre el eje trasero y un comportamiento dinámico. Sobre esa base, asequible y sencilla, se construyeron en la época muchos coches de competición. Fue uno de los últimos coches de NSU, y es al que los aprendices de Audi han querido rendir homenaje. El resultado, es el Audi EP4.

En el interior del coche hay una jaula antivuelco. Es un one-off, pero es funcional

Su nombre es una referencia al NSU Prinz 4, «Electric-Prinz-4». Tomando como base el pequeño Prinz, han creado un coche eléctrico deportivo de altos vuelos. A nivel técnico, han instalado bajo su capó un pack de baterías – donde iría montado el depósito de combustible – procedente de un Audi Q7 TFSIe. Este pack de baterías tiene 14,4 kWh de capacidad útil. La propulsión corre de la mano del motor eléctrico de 240 CV de un Audi e-tron del año 2020. Este motor es ocho veces más potente que el motor de dos cilindros que llevaba originalmente el NSU Prinz.

La base del coche ha sido extraída de un Audi A1, al igual que los frenos y los ejes. Sobre esa base mecánica se ha montado una carrocería extremadamente ensanchada, a la que se ha dotado de pasos de rueda musculosos, dos enormes alerones y tomas de aire frontales muy llamativas. Sus pilotos ahora son modernos LED. Las llantas de color blanco le sientan al pequeño deportivo como anillo al dedo, al igual que loes detalles en amarillo fosforito, que combinan a la perfección con los Suzuka Grey y Brilliant Black de la carrocería.

Monta baquets Recaro y una instrumentación digital muy sencilla

Desgraciadamente, este coche ha sido concebido como un one-off. Un prototipo que no solo celebra el buen hacer de los aprendices de la marca, si no que fusiona Audi y NSU, celebrando el 150 aniversario de la planta de producción de Audi en Neckarsulm, antes propiedad de NSU.

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