El Audi Q3 de tercera generación acaba de ser lanzado al mercado. Se trata de un coche completamente nuevo, que crece de forma notable, pero que apenas varía su receta – algo lógico, siendo una de las «vacas lecheras» de Audi. Ya os hemos hablado de detalles como los curiosos mandos para los intermitentes que estrena, y ahora, queremos hablaros de su versión más básica. Una versión Business de acceso, que por casi 47.000 euros tiene un aspecto más bien mustio y no mucho más que un utilitario moderno en cuanto a equipamiento.

Audi Q3
El Audi Q3 más básico es muy diferente al Q3 «full-equipe»
Las imágenes que acompañan este artículo proceden del configurador de Audi, dicho sea de paso. Aquí no hay trampa ni cartón. El Audi Q3 Business – un coche cuyo precio de tarifa es de 46.590 euros en el mercado español – lleva llantas de solamente 17 pulgadas, con neumáticos de medida 235/60 R17. Es un perfil muy grande en relación al diámetro de llanta y no estaría fuera de lugar en un vehículo comercial. Con una pulgada más de diámetro el aspecto del coche es más proporcionado, pero ya implica un desembolso extra de 970 euros.






Fotos del Audi Q3 S line






No tenemos los faros LED matriciales del precioso Q3 S line con el que la marca lo presentó en sociedad. Tampoco tenemos la calandra deportiva ni las molduras oscurecidas de la parte inferior y lateral del paragolpes. Tiene un aspecto frontal mucho más descafeinado, a lo que contribuyen también unas taloneras de plástico negro oscuro y un paragolpes trasero mas «mustio». En la zaga tampoco tenemos la misma firma lumínica para los pilotos traseros, tampoco un LED que atraviesa el coche de lado a lado y tampoco un logo retroiluminado.
Las mermas siguen en su interior, un mar de plástico oscuro frente a los acabados llamativos de la versión S line. Perdemos la iluminación ambiental, perdemos elementos cromados y molduras mas llamativas. Los asientos son de tapicería de tela y no tienen un aspecto deportivo – con menos apoyo lateral. El volante es más fino, carece de levas para el cambio y es menos llamativo, aunque por lo menos, es completamente redondo. No tenemos climatizador de tres zonas ni selector de modos de conducción. Tampoco monta control de crucero adaptativo o cámara de marcha atrás.
Los extras que ponen al Q3 al nivel que debería tener en su versión de acceso están agrupados en un paquete llamado Confort Plus, cuyo coste es de nada menos que 4.800 euros. La versión básica está disponible sólamente con motores 2.0 TDI de 150 CV y 1.5 TFSI de 150 CV, el primero sin hibridación de ningún tipo. Estamos hablando de vehículos de tracción delantera en ambos casos, con prestaciones modestas. La falta de etiqueta ECO en la versión diésel comienza a ser poco excusable a día de hoy, especialmente en un modelo de volumen de marca premium.
Esta problemática no afecta solo a Audi, y es común que las diferencias entre las versiones básicas y las versiones que las marcas comunican sean notables. Pero en el caso de un vehículo premium llama más la atención que su versión básica se sienta tan «de acceso», especialmente en un contexto de mercado en el que las gamas básicas están desapareciendo, y los acabados de entradas son los acabados medios de hace años, con un mayor empaque y equipamiento.





