Rara es la ocasión en la que últimamente, trasciende el lanzamiento de algún coche en Europa que no sea eléctrico o, como poco, híbrido convencional o enchufable. El que escribe estas líneas, de hecho, estuvo probando hasta ayer mismo el lanzamiento de un coche eléctrico por parte de Toyota. Aun así, de vez en cuando, los aficionados al motor reciben un soplo de aire fresco en forma de tecnología térmica, y la último de todos los fabricantes en hacerlo ha sido el Grupo Volkswagen.
Y es que, los alemanas acaban de anunciar el lanzamiento de un nuevo motor diésel de tres cilindros y en formato V6 que irá destinado a los coche de la gama media y alta de sus respectivos fabricantes. El primero de todos ellos en estrenarlo será Audi, quien ya ha anunciado que, de momento, ya lo ha incorporado a las gamas de los Audi A6 y Q5.
Audi Q5
A decir verdad, no se trata de un bloque completamente nuevo, sino una evolición del V6 TDI que venían comercializando hasta la fecha en estos últimos años. Lo que han hecho los alemanes, esencialmente, es cambiar por completo la arquitectura auxiliar del bloque para convertirlo en el nuevo V6 3.0 TDI MHEV plus, o más formalmente, V6 TDI EA897 evo4. Hablamos de un motor que ahora desarrolla 220 kW (299 CV) y un generoso par de 580 Nm, pero que además puede sumar hasta 18 kW (24 CV) y 230 Nm gracias al generador del sistema de propulsión (PTG). Con esto, el conjunto no solo gana fuerza a bajo régimen, sino que responde con una inmediatez inédita hasta ahora en un TDI, apoyado también por un compresor eléctrico de nueva generación capaz de girar a 90.000 rpm en apenas 250 milisegundos.
Y es que esta es la gran novedad del motor: la introducción de un compresor eléctrico que funciona en todo el rango de revoluciones y que encaja dentro de un concepto de sobrealimentación de dos etapas junto al turbo convencional. La presión máxima de soplado alcanza los 3,6 bar, y el tiempo para generar presión se reduce casi en un segundo frente al sistema previo. Además, este compresor está situado detrás del turbocompresor y del intercooler, en el propio conducto de admisión, y alimentado por la red de 48 V. Según Audi, supone una mejora del 40% en la aceleración del rotor respecto a los compresores usados en modelos como los S4, S6 o SQ5.
La clave pasa por el apoyo eléctrico al sistema.
Todo ello se articula alrededor del nuevo sistema MHEV plus, que combina tres elementos electrificados: el generador PTG, el alternador de arranque por correa (BAS) y una batería de litio-ferrofosfato. El BAS se encarga de arrancar el motor y mantener cargada la batería, mientras que la propia batería almacena la energía recuperada y alimenta al sistema eléctrico. El PTG, por su parte, es el que permite que este V6 pueda moverse parcialmente en modo eléctrico (o al menos eso indica la marca), ya sea en ciudad, durante maniobras o incluso a velocidad constante en carretera. Además de aportar potencia extra, también puede recuperar hasta 25 kW durante las fases de deceleración.
Por esto mismo, Audi asegura que la entrega de par es inmediata desde muy bajas revoluciones y que la mejora de aceleración es más notable en los primeros 2,5 segundos desde parado, justo donde más se aprecia la asistencia del compresor eléctrico y del PTG. En adelantamientos y ritmos altos de autopista, el motor responde de manera más directa, con menos retardo y un consumo optimizado gracias a la gestión híbrida ligera.
Otro aspecto llamativo es que el motor llega plenamente homologado para funcionar con combustible HVO 100, un diésel sintético elaborado a partir de materiales residuales como aceites de cocina usados o subproductos agrícolas. Con este carburante, la reducción de emisiones de CO₂ oscila entre el 70% y el 95% respecto al diésel fósil, y puede utilizarse tanto puro como mezclado. Desde ya, los vehículos nuevos fabricados en Ingolstadt y Neckarsulm salen de fábrica con depósitos aptos para este tipo de combustible.
La llegada de este motor a España está programada para el 4 de diciembre de 2025, inicialmente en los Audi A6 y Q5. En ambos casos, el precio parte de 82.270 € para la berlina y de 82.600 € para el SUV, unas cifras elevadas pero coherentes con el posicionamiento de un V6 diésel de última generación que combina electrificación, mayor respuesta y la posibilidad de funcionar con combustibles sostenibles.








