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El terrorífico "crédito social" chino, o cómo usar la movilidad para someter al pueblo

Puede que no estés familiarizado con la nueva herramienta del gobierno chino para controlar a sus 1.300 millones de habitantes. Se llama «crédito social», y es un sistema que parece sacado de las peores distopías – la realidad vuelve a superar a la ficción una vez más. Este sistema identifica y puntúa a todos los ciudadanos chinos en función de lo «buenos ciudadanos» que son. Si paseas al perro sin atar o te pillan viajando en metro sin billete, se detraen puntos de tu «carnet de ciudadano». El «crédito social» es un sistema cuyo fin último es usar la movilidad como arma arrojadiza para controlar y someter al pueblo.

Habéis de saber que en China las transacciones económicas van siempre acompañadas del uso de un chip RFID suministrado por el gobierno – una especie de DNI electrónico – y que los pagos móviles son el sistema más habitual de pago. En todas las ciudades, comercios y autopistas existen lectores RFID que registran los millones de movimientos y transacciones de sus ciudadanos, acompañados de millones de cámaras de vigilancia. La idea tras el crédito social es identificar y aislar a los ciudadanos irresponsables e incívicos, que son incluidos en una lista negra si incurren en «ciertos comportamientos».

Este sistema entró en vigor en 2014, y por el momento se encuentra en fase de pruebas. Para 2020, el gobierno chino quiere que todos sus ciudadanos cuenten con una «puntuación social».

Estos comportamientos incluyen evasión fiscal o estafas, pero también «delitos» tan nimios como pasear al perro sin correa, ocupar con tu mochila dos asientos en el tren o cruzar un paso de peatones con el semáforo en rojo. Si acumulas los puntos suficientes en tu «carnet», empezarás a sufrir restricciones. Se te puede prohibir solicitar un crédito en el banco e incluso acceder a ciertos servicios públicos. También se usará la movilidad contra ti: se te puede prohibir viajar en avión o en tren, mediante una denegación de la compra de billetes – completamente informatizada a nivel nacional.

También se te puede revocar el pasaporte, con lo que no podrías siquiera salir del país legalmente. Es necesario saber en este punto que la sociedad china funciona de forma muy diferente a la occidental. En China, la percepción que los demás tienen de ti es absolutamente clave. Si estás marcado por el sistema de «crédito social», puedes convertirte en un auténtico paria de la sociedad: la lista negra de ciudadanos es pública. Es el sistema más terrorífico de control del pueblo que he visto en mi vida, y se ha articulado con la plena connivencia de la sociedad china: en 2020 abandonará su fase de pruebas y será implantado a nivel nacional.

Si acumulas multas de aparcamiento, o las cámaras te han visto cruzar una calle fuera del paso de cebra, tu «crédito social se restringirá».

En un futuro, se integrará en el sistema de información biométrica e incluso en escuelas y universidades. La noticia es que el sistema de «crédito social» – que quizá te recuerde a «Nosedive», uno de los episodios más interesantes de Black Mirror – ya está funcionando con dureza. En 2018 el sistema ha bloqueado la compra de 5,5 millones de billetes de tren, y 17,5 millones de billetes de avión. Se ha impedido viajar a millones de personas a causa de tener una mala «puntuación social». En 2017 se había prohibido la compra de 6,1 millones de billetes de transporte.

Al lado de este sistema, las novelas de ciencia ficción de Aldous Huxley y George Orwell parecen cuentos para niños. Bienvenidos al nuevo mundo.

Fuente: The Verge

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