Durante años, el F50 ha sido el menos deseado de los Ferrari especiales, pese a ser el segundo más exclusivo (por detrás del 288 GTO) y de tener mucha tecnología derivada -de verdad- de la Fórmula 1. Pero el interés de los coleccionistas lleva tiempo aumentando y el mejor ejemplo es que el ejemplar que ocupa estas líneas ha batido el récord del F50 más caro del mundo hasta la fecha.
Cuando Ferrari creó el F50, tenía la difícil tarea de superar al F40 en todo. Eso era un papelón. El desarrollo del F50 duró cuatro años y el resultado fue un coche de carretera que, si uno se fija en su construcción, compartía bastantes cosas con los Ferrari de Fórmula 1 de la época.
Empezando por su motor. Un V12 atmosférico (F130B) derivado del que se había utilizado en el Ferrari 641 de 1990 que pilotó Alain Prost. Aumentaron la cilindrada de 3.5 a 4.7 litros, añadieron distribución variable, bielas de titanio y le pusieron 5 válvulas por cilindro (3 admisión y 2 de escape). Daba 520 CV a 8.500 revoluciones por minuto y emite un sonido espectacular. Para controlar semejante potencia se instalaron unos frenos Brembo con enormes discos de 14 pulgadas delante (13,2 pulgadas detrás) con los que el F50 tenía una potencia de frenada mucho mayor que el F40.
Fotos del Ferrari F50 (nº 124 de 349)






El V12 iba atornillado a la parte trasera del habitáculo como elemento portante de la transmisión y la suspensión trasera, igual que en un coche de Fórmula 1. La suspensión delantera iba montada directamente en el monocasco, que está hecho con fibra de carbono. La carrocería -tipo targa- fue obra de Pininfarina y está fabricada con fibra de carbono, Kevlar y Nomex. Si quieres ir con la melena al viento, puedes guardar la capota en el ‘maletero’ delantero.
El F50 era un coche totalmente analógico. No tenía servoasistencia, ABS ni dirección asistida. El cambio es manual, por supuesto, y el volante es sencillo y muy tradicional. Quizá el único toque de modernidad era la instrumentación LCD, que se ha convertido en un icono por sí misma.
Solamente existen 2 F50 como el de Ralph Lauren
Solo se fabricaron 349 unidades del F50. Es uno de los Ferrari modernos más exclusivos, pero incluso dentro de los F50 hay algunos más raros que otros por su configuración o historial clínico. Este es uno de esos casos. De los 349 F50 fabricados, sólo 55 tenían homologación estadounidense. Y de esos 55, solamente 2 tenían la pintura amarilla Giallo Modena. En todo el mundo solo existen 31 unidades de F50 en color amarillo (al menos de fábrica).
Fotos del interior del Ferrari F50






Esta unidad es la número 124 de 349 y la estrenó Ralph Lauren, el famoso diseñador que tiene una de las colecciones de coches más impresionantes del mundo. Entre otras muchos coches especiales, es propietario de uno de los tres únicos Bugatti Type 57 SC Atlantic. Aunque es raro que venda sus coches, Ralph Lauren vendió su F50 en 2003.
Desde entonces ha estado con los mismos propietarios, una pareja de coleccionistas que durante tantos años apenas han hecho 2.000 millas (unos 3.200 km) al coche. Actualmente tiene 5.400 millas, unos 8.700 kilómetros.






El F50 más caro vendido hasta la fecha
RM Sotheby’s subastó este ejemplar durante la Monterey Car Week y consiguió un precio récord para un F50. Se vendió por 9.2450.000 dólares, que son 7,9 millones de euros al cambio actual. Por supuesto, el coche incluye todo los «extras» de una unidad bien cuidada: el kit de herramientas original, el juego de maletas, el techo rígido extraíble con su estuche de transporte e incluso un certificado del propietario original.
Su nuevo propietario también se lleva el F50 con una revisión reciente que incluye la sustitución del depósito de combustible, neumáticos nuevos y frenos nuevos. Este F50 consiguió la Certificación Ferrari Classiche en 2009, que asegura que todos los componentes son originales y están en perfecto estado. Una certificación que renovó en diciembre de 2024, con un nuevo «Libro Rojo» que se enviará ya a su nuevo comprador.
Imágenes del Ferrari F50 (nº 124 de 349)





