Por primera vez en sus 50 años de historia, el Jaguar XJ sólo tiene motorizaciones diésel en su gama. Ha sucedido tras la retirada de la gama del meteórico Jaguar XJR575, el tope de gama deportivo de la señorial berlina británica. El XJR575 también marca la primera ausencia de las siglas XJR en la gama del XJ desde el lejano año 1994. La realidad es que el ciclo WLTP ha sido el causante del fin de la producción del Jaguar XJR575, un coche que fue lanzado al mercado hace menos de un año y que ha sido el protagonista de la primera experiencia «ring taxi» de la marca británica.
El ciclo WLTP se ha cobrado muchas víctimas, especialmente entre coches de bajo volumen de ventas. Es el caso del Jaguar XJR575, cuya adaptación a las exigencias del WLTP habría sido demasiado cara para la marca británica – en relación al volumen de ventas esperado. Tampoco podemos olvidar que una nueva generación del Jaguar XJ está a la vuelta de la esquina, estando la presente generación al final de su vida comercial. La ausencia del XJR575 es ya patente en las webs europeas de la marca, que también ha dejado de vender las versiones V6 Supercharged de su berlina de representación.
Estas versiones de 340 CV habrían tenido el mismo problema, derivado de los exigentes requisitos de homologación del ciclo WLTP – que entre otras cosas, exige homologar consumos según las llantas o extras equipados. Por primera vez en su medio siglo de historia, el Jaguar XJ sólo se puede comprar con motores diésel de seis cilindros y 300 CV de potencia. Una opción mecánica que ya era la más vendida con diferencia, y que será la única hasta que se lance al mercado una nueva generación. Está por ver si un coche así volverá a repetirse en Jaguar: se rumorea que el próximo XJ sólo tendrá versión eléctrica.
Fuente: AutoExpress