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Ford GT Competition Series, o cómo meter miedo en el cuerpo a los Porsche 911 GT3 RS

Ford acaba de anunciar el lanzamiento de una nueva versión de su GT, un superdeportivo de altos vuelos cuya exclusividad supera la de cualquier modelo lanzado anteriormente por la marca. El Ford GT Competition Series es un Porsche 911 GT3 RS a la americana, un Ford GT creado para los entusiastas más hardcore, para esos que cierran circuitos en vez de bares. Es la versión más radical, más deportiva y más ligera del Ford GT. Una versión de producción limitada a 250 unidades al año, que usa materiales compuestos exóticos y mucha fibra de carbono para reducir aún más su peso. Dicen que los Porsche 911 GT3 RS tienen miedo.

¿Qué cambia con respecto a un Ford GT convencional?

Ford ha ofrecido el Competition Series a sus clientes desde el principio, pero nunca lo había detallado públicamente.

Para empezar, hemos de dejar claro un detalle importante. Ford no había hasta ahora anunciado el peso del Ford GT de forma oficial. Sólo sabemos que el peso en vacío del Ford GT Competition Series – más ligero que un Ford GT estándar – es de 1.385 kilogramos. No sabemos cuánto adelgaza con respecto a los GT estándar, pero por las modificaciones practicadas, asumiría unos 50 kilogramos. La mayor parte de cambios se centran en detalles de equipamiento y nuevos materiales. Por ejemplo, Ford ha suprimido el sistema de climatización del coche, así como el equipo de sonido y sus altavoces, portabebidas y huecos de almacenamiento.

Sus asientos no son de cuero, son bacquéts recubiertos de Alcantara negra – al igual que el salpicadero – de aspecto muy rácing. La instrumentación ha cambiado ligeramente, con gráficos específicos, pero sigue siendo una pantalla completamente digital. En la consola central se tapa con un simple panel el hueco dejado por el sistema de infotainment, y se sustituyen molduras por otras construidas en fibra de carbono. Incluso la tapa del volante es diferente. Las levas de la caja de cambios están pintadas en color rojo anodizado. Todo el habitáculo tiene un feeling experimental, decididamente con aires a competición.

Su escape es de titanio, al igual que la tornillería de sus llantas de aleación ligera.

El exterior del coche también recibe cambios sustanciales. Por ejemplo, las llantas están construidas en fibra de carbono – en vez de aleación ligera – y su tornillería es de titanio. El material a través del que vemos el motor desde el exterior del coche es Perspex, un compuesto plástico ligero, en vez de cristal. El capó trasero es ahora de apertura manual, con un simple cierre metálico, y la barra que lo mantiene abierto es de fibra de carbono, en vez de acero. Cada detalle cuenta. La ventanilla que separa el habitáculo del motor es de Gorilla Glass, pero es un 50% más fina que en el resto de Ford GT.

En la carrocería se puede ver un mayor uso de la fibra de carbono, con detalles expuestos en la parte baja de la carrocería. Las carcasas de los espejos retrovisores y los pilares A también están hechas de fibra de carbono. Ford no ha comunicado si hay incrementos prestacionales con respecto a los otros Ford GT, y aunque entendemos que el motor 3.5 V6 EcoBoost conserva sus 656 CV, lo cierto es que será algo más rápido gracias a su peso más ligero. Sólo se ofrece en seis colores diferentes: Shadow Black, Frozen White, Ingot Silver, Liquid Blue, Liquid Grey y Triple Yellow, con detalles específicos en su carrocería, como una franja central longitudinal.

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