Probablemente no haya nada peor que verse inmerso en un proyecto que está fracasando y no actuar a tiempo para resolverlo. Y precisamente esa sería la razón que ha llevado a Ford a dar marcha atrás y cancelar uno de sus proyectos eléctricos más ambiciosos, aún asumiendo que el movimiento tendrá un impacto en sus cuentas de 19.500 millones de dólares.
Ford da marcha atrás a su proyecto eléctrico más ambicioso
El de Estados Unidos es un mercado realmente particular, en el que un producto como el Ford F-150 es un verdadero éxito comercial. Algo más que un todoterreno al uso, los F-150 han sido históricamente verdaderas herramientas de trabajo, y sus clientes han hallado en ellos una máquina indestructible, con gran capacidad para moverse por cualquier terreno, y aún más para portar y arrastrar cargas pesadas, así como recorrer grandes kilometrajes.
Ford Puma
Para una marca que estaba trabajando en su proceso de transición hacia el eléctrico parecía tener mucho sentido trabajar en una versión completamente eléctrica del Ford F-150. Pero las cifras son tozudas, y hoy Ford anuncia dar marcha atrás en su proyecto F-150 Lightning, para centrarse en soluciones de combustión interna, con motores gasolina e híbridos, y un alto grado de electrificación siempre en combinación de un motor de combustión a modo de extensor de autonomía (Automotive News).
«No tienen sentido»
En declaraciones a CNBC, Jim Farley, CEO de Ford, se mostró realmente tajante reconociendo:
Por mucho que me guste el producto, no tienen sentido. Pero un eléctrico con extensor de autonomía que recorra 700 millas (1.127 kilómetros) con un depósito lleno y que el 90% del tiempo es eléctrico […] es una mejor solución para un F-150 Lightning que los Lightning actuales (Jim Farley)
Ford trabaja ahora en la reasignación de los recursos que inicialmente se habían dedicado al proyecto Lightning actual, revisando la producción de algunas líneas que ahora producirán pick-ups de gasolina e híbridos, e instalaciones de almacenamiento de energía. Su objetivo, en cualquier caso, pasa por alcanzar un volumen global de ventas en 2030 en el que los híbridos, los eléctricos y los eléctricos de autonomía extendida, supondrán la mitad de sus ventas.
Farley reconocía que el abandono de su proyecto más ambicioso en Estados Unidos no debería afectar a su proyecto de vehículos eléctricos europeo. Recordemos que más allá de algunas tiradas limitadas, que llegaron a venderse en mercados como el de Noruega, el F-150 Lightning no era un producto previsto para Europa, donde la adopción del eléctrico, especialmente en algunos mercados del norte, es significativamente mayor a la de Estados Unidos.
Ford trabaja también en un proyecto eléctrico aún más ambicioso, pero también racional, con una nueva plataforma universal y una revisión completa de sus procesos industriales, que debería permitir el lanzamiento de un pick-up compacto por 30.000 dólares antes de ayudas.
Por si no fuera poco, en Europa está apostando también por establecer sinergias con fabricantes como Volkswagen, o incluso anunciando recientemente un acuerdo con Renault – previsiblemente para ver en Ford las tecnologías presentes en Renault 4, 5 y Twingo.
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