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Es un exceso por sus cuatro costados con más de 1.600 CV y su nombre recuerda al de una operación militar

¿Hasta dónde se puede llevar los límites? Esto es lo que aparentemente se ha preguntado Christian von Koenigsegg y todo su equipo a la hora de llevar el concepto del hiperdeportivo todavía más lejos. Con un rimbombante nombre que parece más el de una operación militar moderna que la presentación de un nuevo coche, El Koenigsegg Sadair’s Spear reclama el trono como el modelo más agresivo que ha creado la compañía sueca en su historia de más de tres décadas.

El nombre no ha sido elegido por casualidad o basándose en la historia de un héroe de la mitología, sino que ha sido el propio Christian el que parece haberlo elegido por una razón muy sentimental ya que se trataba del nombre que tenía el caballo con el que su padre, Jesko von Koenigsegg, disputó su última carrera en 1976. Un regalo de un hijo a un padre para celebrar el 80 cumpleaños del progenitor y agradecerle además su contribución en la empresa.

El nombre de la lanza de Sadair podría perfectamente pasar por el de una intervención militar más que un homenaje a un caballo de carreras

Las formas ya dejan entrever que el Sadair’s Spear ha empleado la plataforma del Koenigsegg como base para su desarrollo. Sin embargo, la compañía ha mejorado prácticamente todos los apartados, incluida la potencia, una pequeña dieta de adelgazamiento y una aerodinámica más desarrollado. Todo ello no implicará que se cambie la filosofía del hiperdeportivo y lejos de tener que recluirse únicamente a un uso en circuitos, el Sadair’s Spear cuenta con la homologación para circular en carretera en todos los mercados internacionales.

El objetivo era por tanto el de crear una bestia que estuviera incluso por encima del Jesko Attack y sus impresionantes 1.578 CV, por lo que tocó llevar otros apartados al extremo. Tal es así que, en la pista de pruebas de Gotland Ring, el Sadair’s Spear fue capaz de bajar el tiempo en 1,1 segundos ya desde las primeras pruebas de test con las versiones de desarrollo, por lo que da una buena idea de lo mucho que se ha trabajado.

El motor sigue siendo el V8 biturbo de 5.0 litros que llevaba el Jesko Attack, en este caso también asociado a una caja de cambios Lightspeed de nueve velocidades. Con una configuración que permite prescindir del volante de inercia, el giro de este bloque lo sitúa en las 8.500 rpm en apenas dos décimas de segundo, algo que sumado a los casi 25 CV más de potencia, lo llevan hasta los 1.602 CV de potencia cuando se emplea combustible E85, 1.282 CV cuando se emplea gasolina sin plomo, cifra nada desdeñable si tenemos en cuenta que se ha conseguido incluso rebajar el peso total del conjunto en más de 34 kg.

Se ha llegado a ello a través de la utilización de materiales más ligeros, especialmente en el apartado de las suspensiones, mientras que las llantas son incluso más anchas y se ha introducido un nuevo sistema de frenos, con discos carbocerámicos y pastillas con mejores prestaciones. En lo referente a la aerodinámica, el alerón trasero sigue siendo activo, pero se ha rediseñado para mostrar un perfil de doble ala con anclaje en la parte superior, así como nuevos canards delanteros, cambios en las rejillas del capó y una nueva ala Gurney.

Si a estas alturas, estás en Diariomotor fantaseando con comprarte una de las 30 unidades que se fabricarán, tenemos malas noticias ya que las tres decenas ya están completamente vendidas desde incluso antes de que se desvelara el modelo, cada una por un montante de más de 5 millones de dólares cada una.

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Iván Fernández

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