Sigue siendo una de las imágenes más habituales en muchos pueblos españoles, lo cual dice mucho al respecto de su durabilidad y resistencia, en las condiciones más complicadas. Y es que un todoterreno, ante todo, debe ser precisamente eso, una herramienta de trabajo fiable e infalible que dure muchos años, décadas, si me preguntan. Los Land Rover Defender y los Santana fabricados en Linares, que dejaron de fabricarse a mediados de los dosmildieces, y a mediados de los noventa, respectivamente, siguen siendo muy populares, y a menudo añorados y deseados.
Parece el viejo todoterreno que puedes encontrarte en tu pueblo
Pero es difícil que lleguen al nivel de objeto de deseo del que hoy nos ocupa. Y es que Land Rover tuvo a bien iniciar un proyecto por el cual se están reinterpretando algunas de las versiones más especiales del clásico, creando una suerte de restomod que no deja de ser el Defender original, con chasis y componentes originales, pero asociadas a un motor 5.0 V8 de 405 CV y 515 Nm, con un cambio ZF, y con algunas concesiones modernas, como en lo referente a sus asientos y otros accesorios.

Land Rover Defender
Y es que tengámoslo muy presente. Estos Land Rover, que llevan el sello oficial de la marca, bajo su sección Works Bespoke, son mucho más que ese viejo y barato todoterreno que verás aparcado en tu pueblo. Hablamos de piezas muy exclusivas, producidas en series limitadas y que, como en el caso que nos ocupa, pueden superar los 300.000 euros.






El todoterreno de Churchill
Wiston Churchill es uno de los más ilustres propietarios que condujeron un Land Rover Defender. Que no solo tenía hábitos tan poco saludables, según cuentan los cronistas, como llevar varias copas de whisky antes de la hora del té, sino también otros con los que nos resulta mucho más fácil conectar, como recorrer su finca en un Land Rover Series I que portaba la emblemática matrícula UKE 80, un reflejo de lo que en su día fue el United Kingdom Empire. De aquel Defender ya os hablábamos hace bastante tiempo, porque ha sobrevivido hasta nuestros días, y llegó a subastarse en 2012.
Land Rover ahora ha querido recrearlo, con un nuevo restomod del Defender disponible en una serie muy muy limitada, a solo 10 unidades, que según los medios británicos superarán en todos los casos los 300.000 euros, disponible en versiones 90 y 110, y con hard-top o soft-top.
Entre los guiños al todoterreno original nos encontramos con detalles realmente molones, como una parrilla de alambrera como la del Series I y, en lugar de la matrícula UKE 80 que por supuesto no sería legal, un adhesivo en la aleta con ella y el panel del faro izquierdo – bajo el que se situaba la matrícula en el coche de Sir Winston – en negro.
Definitivamente, ha habido creaciones de Works Bespoke más accesibles y deseables, como las basadas en el Trophy.
En cualquier caso, es un trabajo que le honra a Land Rover. No solo el de crear restomods de sus versiones más icónicas del Defender, sino también todo lo que rodea al soporte y al suministro de piezas reconstruidas y modernizadas a aquellos que aún preservan un Defender clásico, no tanto como herramienta de trabajo, sino sobre todo como pieza de museo.





