Lo reconozco. Además de los LEGO, tengo un problema con los Hot Wheels, a los que me introdujo mi compañero y amigo Juanma hace ya unos años – maldito seas, desde el cariño. Estas miniaturas desenfadadas a escala 1:64 son un auténtico vicio, y un coleccionable de manual. Un modelo de llantas que montan los Hot Wheels son las icónicas «Ultra Hots», discos planos con seis «ranuras». Unas llantas que ahora, puedes montar en tu coche, en la vida real, gracias a un preparador californiano. Y no pueden molar mas.
En verdad, las llantas no se llaman «Ultra Hots», si no que son habituales en una línea de miniaturas preparadas, y se han convertido en habituales en Hot Wheels. El dueño de Concept Car Studio, Brent Lawson, las ha puesto a la venta con el objetivo de añadir variedad al mundo del tuning, así como quitarle la «seriedad» que se ha impuesto últimamente. Concept Car Studio no quiere que los más adinerados dicten las tendencias y que se vuelva a la individualidad y pasión personal que supone la pasión por el motor.
De hecho, se extraña de que nadie haya replicado más llantas de Hot Wheels para coches de verdad. Sus llantas U-HOT estarán disponibles en medidas que oscilan de las 14 a las 28 pulgadas, y se mecanizan de una sola pieza, con un precioso acabado a espejo. Se crean a medida, con la garganta y tornillería que el cliente quiera. En las imágenes que acompañan a este artículo puedes ver lo bien que le sientan a un Honda Civic de finales de los años ochenta, y a un Ford Maverick de color «rosa Barbie». En la variedad está la diversión.
No son las primeras llantas peculiares que Concept Car Studio desarrolla. El modelo «Vector» combina la forma circular de la llanta con un cuadrado interno que rezuma esencia ochentera. Son unas llantas muy especiales y peculiares, y aunque no son para todos los públicos, es un placer que existan preparadores que practican el «pensamiento lateral». Concept Car Studio, dicho sea de paso, no es un preparador al uso. También «conceptualizan e implementan acciones de marketing social y experimental para las industrias del automóvil y el entretenimiento».
Lo que queda claro es que como elementos disruptores, son unos auténticos fenómenos.
Fuente: The Drive
