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3 vídeos sobre la última moda en venta de coches: ¿te comprarás tu próximo coche en una máquina de venta automática?

Hace apenas unas semanas nos llegaban unas imágenes espectaculares de lo que prometía ser la máquina de venta automática más grande del mundo. Imagina una máquina gigantesca, con 15 pisos de altura, y capacidad para 60 coches, la mayoría deportivos, clásicos, y toda suerte de vehículos exóticos. Aquel vídeo de una máquina de venta automática de superdeportivos era real, la iniciativa de una empresa dedicada a la venta de coches exóticos en Singapur. Pero ni mucho menos era la única. En Estados Unidos también han proliferado las máquinas de venta automática de coches. Ahora bien, ¿te comprarías tu próximo coche en una máquina de venta automática?

Una de las compañías que más ha apostado por esta idea ha sido Carvana, una empresa dedicada a la compra-venta de coches de ocasión en Estados Unidos. Esta empresa ha instalado máquinas de venta automática gigantes, con los coches que ofrecen desde su propia página web, máquinas que ya están presentes en ciudades como Houston, Nashville, o Austin.

El proceso de compra de sus coches ha llegado hasta el punto en que los clientes recogen su vehículo de una forma tan peculiar, y como si de una lata de refresco se tratase, introduciendo una moneda en la máquina, que hace que su coche descienda automáticamente hasta el punto de entrega.

Estas máquinas de venta automática permiten, incluso, recoger el coche introduciendo una moneda y en el momento en que el proceso de compra ya se ha cerrado en internet

Pero el problema está en que un coche no es un sandwich, una lata de refresco, o un paquete de cigarrillos. La razón de ser de las máquinas de venta automática no es otra que la de ofrecer un servicio desatendido, y las 24 horas del día, para ofrecer un producto que el cliente podría desear adquirir en cualquier momento del día, incluso a horas intempestivas. Una máquina de venta automática permite prescindir de un mostrador, de un espacio más o menos amplio para ofrecer los productos, y de un dependiente.

En tanto la compra de un coche no está motivada por una urgencia que no pueda retrasarse días, semanas, o incluso meses, definitivamente no tiene sentido vender un coche en una máquina de venta automática. O mejor dicho, sí lo tiene, el sentido de utilizar esta idea como reclamo comercial.

Precisamente, la compañía de las máquinas de venta automática que aparecen en los vídeos de este artículo basa su negocio en ofrecer un proceso de compra de coches de ocasión que prescinda de prácticamente todos los cauces habituales, y pueda realizarse desde internet. Por no hablar de otros aspectos, como las dudas que genera la situación financiera de la empresa, sus propietarios, y sus administradores, según contaban en Automotive News estos días.

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