Con una estructura que en su mayoría, cuando se trata de todoterrenos de pura raza, está basada en un chasis de largueros y travesaños, la realidad es que por muy capaces que sean fuera de asfalto, prácticamente todos los todoterreno del mercado adolecen de un comportamiento más propio de un camión que de un turismo.
Es por esto que, para esos que echan en falta un toque mucho más deportivo de lo que pueden llegar a ofrecer en su mayoría los 4×4 de toda la vida, coches como el que nos ocupan hoy pueden ser una gran solución. En este caso se llama Vanderhall Brawley GTS y está más cerca de ser un juguete para practicar todoterreno deportivo que un turismo.
Imágenes del Vanderhall Brawley GTS
Al igual que el resto de lanzamientos que ha hecho Brawley, que todos cuentan con esa característica estética retro que en este caso hace que el Vanderhall GTS parezca un todoterreno de MINI, esta la versión del modelo, que es la más radical del modelo, se vende exclusivamente con un tren de propulsión eléctrico, lo que conllevará consumos y gastos más reducidos, incluso, que un coche híbrido, a pesar de lo que pueda parecer por su apariencia.
Y es que nada más contemplar al Brawley GTS queda claro no es un 4×4 convencional ni un UTV básico, sino más bien concepto intermedio que combina lo mejor de ambos mundos. Ofrece cuatro plazas en un habitáculo totalmente cerrado, equipado con aire acondicionado, calefacción y filtrado de polvo, lo que lo convierte en un todoterreno deportivo apto para cualquier entorno. Su interior destaca por la presencia de asientos tipo bucket calefactados y arneses de cuatro puntos, reforzando la idea de que se trata de un coche diseñado para la acción, sin renunciar a un mínimo confort.
En el apartado técnico, el Brawley GTS cuenta con cuatro motores eléctricos independientes, uno por cada rueda, que entregan una potencia total de 398 CV y un brutal par motor de 78 Nm. La batería estándar es de 40 kWh, suficiente para recorrer unos 225 km, aunque existe una opción de batería extendida que permite superar los 320 km. Este planteamiento lo posiciona como un todoterreno eléctrico de autonomía moderada, aunque son pocas las rutas que superen estas distancias, pero con unas prestaciones inmediatas que pocos rivales pueden igualar.
Uno de los apartados más llamativos del Brawley GTS es su abanico de modos de conducción específicos. El modo eCrawl permite avanzar lentamente en terrenos complicados; eTank posibilita giros sobre sí mismo, al estilo de un carro de combate; eSteer afina la dirección para mayor precisión; y eCrab facilita desplazamientos laterales, algo impensable en un SUV convencional. Todo ello acompañado de la potencia instantánea y silenciosa de la propulsión eléctrica, que garantiza control y eficacia en cualquier superficie.
El Brawley GTS presume de unas capacidades off-road extremas. Ofrece 45 cm de altura libre al suelo y más de 20 pulgadas de recorrido de suspensión por rueda. Sus neumáticos de 35 pulgadas montados sobre llantas de 18, junto con una estructura reforzada con jaula de acero y placas de protección desmontables, le otorgan una resistencia sobresaliente. Además, puede remolcar hasta 1.500 lb (680 kg), lo que refuerza su perfil de herramienta todoterreno más que de simple juguete.
Entre sus elementos de equipamiento más destacables encontramos el techo fijo con opción de panel panorámico de cristal, un sistema de iluminación completo con faros LED y barra superior adicional, limpiaparabrisas con lavadores y un sistema de sonido opcional con conectividad Bluetooth. Detalles que, aunque sencillos, completan la experiencia de un vehículo pensado para la aventura.
Todo lo anterior tiene un precio en Estados Unidos de 49.950 dólares, que al cambio resulta en unos 42.700 euros según los valores actuales. Huelga decir que no tenemos nada parecido en España a la venta exceptuando vehículos como los que vende Polaris.
Imágenes del Vanderhall Brawley GTS
