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¿Y si Tesla hubiese mentido sobre la autonomía de sus coches? Una desviación del 26% entre lo teórico y lo real

Un informe de la agencia Reuters, publicado hoy mismo, ha revelado que Tesla habría creado un equipo secreto para evadir miles de quejas relacionadas con la diferencia existente entre la autonomía homologada de sus vehículos y la que pueden alcanzar en la práctica. Según la investigación en cuestión, Tesla habría manipulado los algoritmos de estimación de estos rangos de alcance hace aproximadamente 10 años para que le fuesen más favorables a nivel comercial frente a su competencia.

Al parecer, la empresa de Elon Musk llevaría mucho tiempo recibiendo alrededor de 750 reclamaciones semanales concernientes con la divergencia que hay entre la distancia que pueden recorrer sus automóviles (por cada carga de batería completa) y la que la compañía anuncia o dice que es factible. Su solución habría sido “enterrar” el asunto generando un grupo de trabajadores de extrema confianza que se encargasen de esconder o de no responder a estos descontentos.

De hecho, la famosa corporación norteamericana habría pedido a sus comerciales que cancelasen cualquier revisión vinculada con este problema, sin hacer siquiera un análisis remoto del estado de las unidades sobre las que sus usuarios reportaron incidencias de una manera más o menos justificada. Esta división secreta, que se habría conocido de forma interna como “equipo de desviación”, tenía como objetivo silenciar un caso de fraude y ahorrar unos 1.000 dólares por queja.

Alexandre Ponsin, la voz de alarma de un engaño que puede acabar con la reputación de la marca y de su CEO

Tal y como indica Reuters, el principal denunciante de esta trama fue un ciudadano estadounidense llamado Alexandre Ponsin, quien llamó al servicio de postventa de la firma de coches eléctricos para avisar de que la autonomía de su vehículo era la mitad de la declarada cuando lo compró nuevo. Los técnicos le respondieron con dos mensajes de texto donde, en esencia, le comunicaban que su coche no tenía ningún problema y que, por lo tanto, cancelaban la cita de taller que ya había concertado.

Ponsin sólo habría sido un consumidor de los miles de afectados por la mala praxis de Tesla al ver que su atención al cliente estaba desbordada por un engaño sin una solución rápida (y mucho menos sencilla). Los asesores de las instalaciones de la marca en Estados Unidos tenían órdenes explícitas de no dar ninguna información relacionada con la conocida diferencia entre teoría y realidad que, en promedio, era del 26%, más del doble de lo que ocurre con los BEV de otros fabricantes.

Que el rango de alcance homologado de los automóviles de este tipo es muy distinto al que se puede conseguir en condiciones prácticas no es ninguna novedad. Al final, los procedimientos mediante los que se mide ese dato se llevan a cabo en laboratorios o escenarios casi perfectos. Pero lo normal, según SAE International, es una divergencia negativa del 12,5%, habiendo analizado los modelos totalmente eléctricos de más de una veintena de empresas.

En resumen, Tesla le habría contestado a una inmensa cantidad de conductores que sus unidades no tenían ningún problema sin comprobarlo, cuando el ordenador a bordo de sus vehículos no estaría ofreciendo una cifra de autonomía realista. En palabras del informe, hace una década que Tesla exagera la distancia por carga que pueden cubrir sus coches con base en una manipulación del software que la calcula. Reuters no desvela su fuente por motivos evidentes.

Algunos países ya han sancionado a Tesla por declarar autonomías demasiado optimistas e incluso la EPA norteamericana ordenó a la compañía de Musk (posible ideólogo de la trama) a reducir en un 3% sus estimaciones oficiales. Ahora, la investigación de esta agencia se une a las acusaciones que hizo recientemente la consultora Recurrent al comprobar que los modelos de esta firma no tienen en cuenta la temperatura o el clima para realizar los cálculos, afectando en mayor o menor medida a los usuarios.

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