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Recargar un coche eléctrico fuera de casa: difícil y más caro que usando diésel o gasolina

El último movimiento del Gobierno para electrificar el parque móvil español nos ha dejado con la idea de que el coche eléctrico cada vez cuenta con más argumentos para ser tu próxima compra. Al mismo tiempo se abre la veda para que por fin exista una infraestructura de recarga de acceso público apoyada en la actual red de gasolineras. Sí, aunque siempre hablamos de la ventajas de recargar un coche eléctrico en casa, la realidad es que el grueso de la población no goza de aparcamiento donde dejar su coche eléctrico cargando, hecho que hace muy necesario el impulso de una red de carga pública capaz de satisfacer nuestras necesidades ¿Pero a qué precio?

Recargar el coche eléctrico en la calle está obligado a ser algo común, no todos disponemos de aparcamiento

¿Llegó el fin de las recargas «gratuitas»?

En la actualidad es bastante común ver iniciativas en grandes superficies, hoteles o zonas comerciales en las que se ofrece la posibilidad de recargar de forma gratuita nuestro coche eléctrico durante el tiempo de estancia/compra. Una fórmula que permite atraer nuevos clientes enfocándose en las nuevas necesidades de la movilidad eléctrica. A corto plazo se presenta como una idea sostenible, pero qué sucederá cuando el parque de vehículos eléctricos comience a crecer de forma considerable…

Ibil, Ionity, Endesa X… el futuro de los puntos de recarga

La infraestructura de recarga pública en España brilla tanto por la escasez de puntos como por el caos que supone acceder a la mayoría de ellos, algo que te contamos en nuestra prueba de larga distancia del Tesla Model S. La falta de una estrategia a nivel nacional para impulsar una red a lo largo de todo el territorio ha provocado el nacimiento de infinidad de proyectos de recarga, privados y públicos, que obligan a un meticuloso estudio de cada punto de recarga para conocer la compatibilidad en tanto a sus conectores, las posibilidades de pago que permite y la disponibilidad del mismo. A ello debemos añadir que la prioridad de las nuevas redes de carga con acceso público deben centrarse en ofrecer recarga rápida, una condición obligada si de verdad queremos ver coches eléctricos cruzando el país.

En estos momentos lo más parecido que existe en España a esta idea de red de carga rápida de acceso público son las redes de Ibil y Tesla (Supercharger), aunque la última solo ofrece acceso para los clientes de la marca. A futuro se espera que Ionity sea una de las grandes esperanzas, no solo en España, sino en toda Europa con la puesta en marcha de 400 puntos para 2020. Pero si nos centramos únicamente en España, la promesa de Endesa X de instalar 8.500 puntos de recarga de acceso público de aquí a 2023 es la primera muestra de luz al final del túnel, iniciativa que pretende ser respaldada por acciones paralelas como la de Iberdrola prometiendo 200 puntos de carga rápida para 2019 en las principales autovías y y autopistas y la propuesta del Gobierno obligando a integrar puntos de recarga en las gasolineras españolas.

Ibil Punto Recarga 1118 01

El precio de recargar hoy en la calle

Aunque el precio del coche eléctrico sea un problema, la escasez de autonomía también y la falta de puntos de recarga para todos los públicos lo sea tanto o más que los anteriores, el coste de la recarga «pública» es posiblemente el factor más determinante al que nos enfrentamos. Recargar un coche en casa es barato a día de hoy, más aún si contamos con un sistema de carga eficiente y una tarifa que nos permita beneficiarnos de mejores condiciones. Para un usuario medio es fácil obtener un precio de 0,12 €/kWh, lo que nos daría un coste de 2,16 € a los 100 kilómetros con un consumo de 18 kWh/100 Km en un coche eléctrico tipo Nissan Leaf. Reducir ese coste es posible, pero ya requiere navegar entre tarifas y necesidades de cada individuo.

Recargar un coche eléctrico en la calle supera con creces el coste de moverse en un coche diésel, tanto más cuanto mayor potencia ofrezca el punto de carga

El problema lo encontramos si queremos recargar hoy ese mismo coche en la vía pública, encontrando un abanico de tarifas que oscilan entre los 0,3 y 0,5 €/kWh dependiendo de la red, el protocolo de carga y la forma de pago. Hablamos de un precio muy superior a la tarifa de casa que, eso sí, permite cargar en mucho menos tiempo. Analizando diferentes tarifas que nos hemos encontrado para recargar un coche eléctrico fuera de casa, las conclusiones que hemos obtenido es que a día de hoy tenemos que pagar entre 5,4 y 9 euros cada 100 kilómetros. Hablamos por lo tanto de importes muy superiores al coste de moverse en un coche con motor diésel o gasolina equivalente, un escenario poco alentador para los que no pueden tener un punto de recarga doméstico y que pone de manifiesto que además de la expansión de la red se necesita hablar de tarifas.

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