Ha pasado un cuarto de siglo desde que el primer Subaru Forester comenzó a acumular kilómetros. Cinco generaciones y 25 años después, ha conseguido vender 4,5 millones de unidades: de ellas, 350.000 han sido comercializadas en Europa. Sin tocar demasiado la receta con la que han logrado estas cifras, Subaru presenta una actualización con novedades para este viejo conocido: ponemos a prueba el Subaru Forester E-Boxer 2022.
Como decía hace un momento, el Subaru Forester E-Boxer 2022 mantiene su receta original siguiendo el consejo que recomienda no cambiar nada cuando algo funciona. Mantiene su imagen familiar con ligeros retoques estéticos para aguantar el paso del tiempo: estrena tres colores nuevos, las llantas de 17 y 18’’ estrenan diseño y en el frontal la parrilla se olvida de los cromados para oscurecerse, los faros LED pierden volumen y el paragolpes cambia ligeramente su formato para los antiniebla.
El motor híbrido
El Subaru Forester E-Boxer llega a España con una única mecánica hibrida compuesta por un bóxer de cuatro cilindros y 2.0 litros con inyección directa (150 CV y 194 Nm) y por un motor eléctrico de 16,7 CV y 66 Nm. La misión de este último no es impulsar el coche (menos al arrancar), sino aportar par cuando sea necesario: por ejemplo, al adelantar.
Tenemos entre manos un coche concebido para viajar en familia: el conductor que busca un modelo así espera encontrarse un vehículo suave y tranquilo porque en sus planes no entra ‘irse de tramo’ o dibujar curvas con alegría. Esa demanda la satisface el Subaru Forester que, además, añade un buen aislamiento del motor: en los tramos que hicimos por autopista su ruido no se colaba en el habitáculo cuando lo revolucionábamos, pero sí notábamos el del aire.
Su pareja de baile es una caja CVT que me produce sensaciones encontradas: es eficiente, pero por mucho que pises… no sucede nada extraordinario bajo tus pies. Puedes ponerla en modo manual y jugar con las levas para tener algo más de dinamismo, pero no esperes demasiado: es una CVT y, además, el Subaru Forester E-Boxer pesa 1.656 kilos.
Un coche hecho para viajar
El Subaru Forester E-Boxer me deja claro desde el principio que es un coche cómodo que se luce, sobre todo, en viajes largos. Nuestra prueba dura, aproximadamente, una hora y aunque no es un tiempo excesivo sí da para obtener algunas sensaciones.
La recién estrenada dirección ha sido recalibrada para ser más precisa pensando siempre en una conducción pausada. Algo que también han tenido en cuenta a la hora de configurar el sistema de suspensiones: es cómodo, filtra bien las irregularidades sin ser muy blando… pero si le sacas de su zona de confort para subir el ritmo y recorrer carreteras complicadas, llegarán los balanceos.
Los frenos resultan esponjosos: en autovía es algo que no se nota, pero cuando llevas a cabo un uso intensivo en ciudad el tacto puede resultar escaso. Otro punto en contra es el ruido del aire que se cuela en el habitáculo: espera que fuera menos intenso, pero las formas cuadradas del Subaru Forester le penalizan en este sentido.
¿Y fuera del asfalto?
¿Puede un SUV familiar salir del asfalto y lanzarse a la aventura? Este Subaru Forester E-Boxer sí, siempre que esa aventura sea moderada. La marca japonesa ha enriquecido sus capacidades off-road ampliando el ángulo de ataque hasta los 21,4 grados: el de salida es de 25,8 grados y su altura al suelo de 22 centímetros.
Cuenta con una de las marcas de la casa: el sistema de tracción total Symmetrical All Wheel Drive que siempre mandará la fuerza a las ruedas con más tracción mientras reduce la tendencia al subviraje o sobreviraje. Subaru, además, ha mejorado el Sistema X-Mode: tiene dos programas (nieve y grava / nieve y barro profundos) que ya no se desactivan por encima de los 40 km/h, sino que entran en pausa y regresan a la acción cuando bajamos de 35 km/h. Por último, ha optimizado el control descenso que ahora mantiene, de forma automática, una velocidad constante con el pie fuera del pedal para centrarnos únicamente en la dirección.
Los asistentes del Subaru Forester E-Boxer
La cuarta generación del Sistema Eyesight aúna los asistentes de conducción del Forester E-Boxer que destacan por su comportamiento: no son nada intrusivos, se limitan a avisar visual y acústicamente y cuando tienen que actuar lo hacer de manera suave. Este equilibrio es, desde mi punto de vista, digno de alabar porque evitas cualquier sobresalto al volante.
Tres de esos asistentes son nuevos (dirección automática de emergencia, control de crucero adaptativo con centrado de carril y la prevención de salida de carril) y algunos han sido mejorados: el sistema de frenada pre-colisión tiene mayor asistencia para evitar colisiones en las intersecciones y el Driver Monitoring System ha mejorado su tecnología de reconocimiento facial para captar todos los gestos.
Espacio y comodidad para todos
Teniendo en cuenta que el Subaru Forester E-Boxer mide 4,64 metros de largo, 1,81 de ancho y 1,73 de alto y tiene una distancia entre ejes de 2,67 metros, el espacio interior está fuera de toda duda. A estas cifras hay que sumar la capacidad de carga del maletero (509 litros de fácil acceso y superficie plana) y la capacidad de remolque: 1.870 kilos.
El formato del habitáculo no ha cambiado: nos encontramos, una vez más, un diseño sobrio y una elevada calidad percibida. Subaru mantiene el cuadro analógico y divide en diferentes niveles las pantallas de la consola central: nos encontramos con una superior de 6,3 pulgadas (característica en la marca) y una inferior de ocho pulgadas que alberga el sistema de infoentretenimiento, compatible con Android Auto y CarPlay.
Esta superficie tiene, para mí, un par de puntos negativos: esa compatibilidad se lleva a cabo mediante cable y su ubicación es algo baja por lo que un conductor que mida, como mínimo, 1,70 metros tendrá que bajar demasiado la vista para, por ejemplo, seguir las indicaciones del navegador. A su favor, el sistema de infoentretenimiento incorpora control gestual, mantiene unos buenos gráficos y un funcionamiento fluido.
La vida a bordo del Subaru Forester E-Boxer es cómoda: el asiento del conductor te recoge bien, es mullido (fundamental para los trayectos largos) y proporciona una posición natural y elevada que se traduce en una gran visibilidad de la carretera. El acceso a la fila trasera es holgado por la altura y el ángulo de apertura de las puertas: hay sitio para tres personas, pero la que ocupe la plaza central sufrirá cierta escasez de espacio a pesar de la amplitud reinante. Eso sí: la postura aquí es, quizás, demasiado recta y puede resultar incómoda con el paso de las horas.
¿Cuánto cuesta el Subaru Forester E-Boxer 2022?
El restyling de la quinta generación del Subaru Forester E-Boxer 2022 no ha afectado a los niveles de acabados, que siguen siendo tres: Sport Plus (acceso), Executive y Executive Plus (tope de gama). El primero de ellos está disponible desde 36.650 euros aunque con las campañas de la marca se queda en 35.400 euros: los demás arrancan en 37.900 y 39.900 euros, respectivamente.
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