El éxito del coche eléctrico no depende únicamente del vehículo. Esta es una lección que hemos aprendido con el paso de los años y, aunque muchos no se han dado cuenta aún, BYD sí que lo ha hecho y por eso acaba de anunciar la que podría ser una jugada maestra para la marca, pero también para el parque de coches eléctricos en Europa.
BYD tendrá su propia red supercharger en Europa
Siguiendo los pasos de marcas como Tesla, que han basado gran parte de su éxito en ofrecer a sus clientes una red de carga bien dimensionada en tanto disponibilidad, ubicación y potencia, BYD quiere tejer en Europa una infraestructura de características similares que permita a sus clientes eliminar las barreras que suponen los tiempos de recarga.
Para conseguirlo, BYD desplegará por toda Europa una red de puntos de recarga ultrarrápida capaces de alcanzar los 1.000 kW de potencia máxima (1 MW), lo que supone poder restaurar unos 470 Km de autonomía con apenas 5 minutos de carga. Se trata de una potencia muy superior a lo ofertado por las infraestructuras europeas más capaces en la actualidad, pues redes como la de Ionity alcanzan los 350 kW de potencia máxima, teniendo previsto desplegar su nueva generación de cargadores con hasta 600 kW a partir de este mismo año. Y sí, 600 kW podemos considerarlo ya como una potencia de carga que es muy elevada.
Esta red de puntos de recarga ultrarrápida de BYD se desplegará haciendo uso de cargadores situados en la vía pública, pero también en concesionarios de la marca china. Eso sí, sacar provecho de tan alta potencia será complicado incluso para el propio fabricante, pues sólo modelos como los Tang L y Han L fabricados por BYD son capaces por ahora de hacer uso de carga rápida a 1 MW.
Al mismo tiempo, queda aún por saber cómo planteará BYD el uso de esta red de cargadores, pues si bien parece que desde su inicio será una infraestructura abierta, permitiendo así que cualquier coche eléctrico pueda hacer uso de ella, no debemos descartar que los clientes de BYD puedan disfrutar de ciertas ventajas como por ejemplo tarifas más asequibles.
El precio por recargar en la red de BYD será por tanto uno de los aspectos clave para determinar su éxito, algo que a día de hoy se ha convertido en la principal batalla entre las diferentes infraestructuras de carga rápida disponibles en Europa. Y es que aunque disponer de una potencia de 1.000 kW pueda ser un gran reclamo, su utilidad real es muy baja teniendo en cuenta que pocos, muy pocos coches eléctricos, alcanzan siquiera los 350 kW.
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Todas las fotos del BYD Tang





