Que el Renault 5 está cosechando unas matriculaciones a la altura de lo esperado en España es algo que no debería suponer ninguna sorpresa a estas alturas, pues su fuerte diseño retro y lo arraigado de su imagen en el público, están siendo los principales factores diferenciadores frente a una competencia que peca por su falta de personalidad.
Han sido, concretamente, 2.365 matriculaciones logradas hasta el cabo del mes de junio, las que han colocado al R5 en una sólida y afianzada cuarta posición en la tabla de coches eléctricos más vendidos de España, sólo por detrás del KIA EV3, tercero, con 2.713 matriculaciones y los Tesla Model 3 y Model Y, segundo y primero, respectivamente, con 3.082 y 4.059 unidades cada uno.
Renault 5
Imágenes del Renault 5
Es precisamente el buen hacer del pequeño francés en el apartado comercial, donde persigue a modelos de autonomía y tamaño muy superior, lo que nos sigue haciendo pensar en Diariomotor (o al menos en lo que piensa el que escribe estas líneas cada vez que ve uno por la calle), qué hubiera podido ser del Renault 5 de haber sido concebido como un híbrido convencional en lugar de un eléctrico, o como poco que se hubiera lanzado una versión híbrida a la postre de su lanzamiento como eléctrico puro.
Y es que, a sabiendas de que los coches eléctricos apenas llegan a protagonizar un 10 % de las matriculaciones de nuestro país, sólo cabe imaginar cómo de rotundo podría llegar a ser un Renault 5 híbrido que equipase el mismo sistema que el Renault Clio, que con 145 CV es capaz de homologar un consumo de tan sólo 4,2 litros cada 100 kilómetros.
En realidad no pierdo la esperanza de que esto acabe pasando. Teniendo en cuenta que está basado sobre la plataforma CMF-BEV, que comparte claros lazos técnicos y estructurales con la CMF-B sobre la que se articula el Renault Clio, por ejemplo, es algo que no deberíamos descartar, más aún cuando Luca de Meo acaba de salir del consorcio francés: la mejor idea del nuevo CEO de Renault puede ser, precisamente, acabar de pulir algo tan brillante como el Renault 5, y para acabar de explotarlo comercialmente nada mejor que este tipo de motor.
Tal vez el mayor reto estaría en la propia carrocería del Supercinco: su capó corto y muy tumbado, que le confiere una silueta, casi, de un monovolumen, lo que puede complicar que un bloque como el 1,6 de cuatro cilindros que utilizan tanco Clio como Captur, Arkana y modelos de Dacia el mero hecho de caber. También habría particularidades a nivel de refrigeración, pues recordemos que el frontal del R5 no tiene una parrilla al uso por la que facilitar la entrada de aire.
No obstante, a pesar de todo lo anterior y el reto que supondría, la fórmula del éxito está ahí, prácticamente garantizada. El Renault 5 es un coche que gusta a todos, casi sin excepción, y quien no lo valora como opción cuando se encuentra inmerso en la búsqueda de un coche pequeño, es por el hecho o bien de ser eléctrico o bien de no disponer de suficiente autonomía. Sí, son más de 400 kilómetros los que puede llegar a ofrecer, pero esto sólo lo hará su versión más capaz, que supera los 32.000 euros de precio de partida.
Es fácil adivinar que un Renault 5 con motor híbrido debería partir ligeramente por encima de los 22.000 euros que cuesta actualmente el Clio. Sí, la llegada de el de líneas retro mataría, casi definitivamente, al Clio, pero a buen seguro brindaría un retorno muy superior.
Imágenes del Renault 5
