Cuando pensamos en un vehículo idóneo para irse de curvas, posiblemente pensemos en un deportivo ligero como un Mazda MX-5, o quizá en un compacto deportivo como un Volkswagen Golf GTI. Una pick-up como la Ford F-150 es lo diametralmente opuesto a un vehículo diseñado con el dinamismo en mente. Es una pick-up maravillosa – y sus versiones Raptor son muy deportivas fuera del asfalto – pero sus más de dos toneladas de masa, su chasis de largueros, sus ballestas o su eje rígido son ingredientes que nunca encontrarás en un deportivo tradicional.
Roush Nitemare, o cómo matar moscas a cañonazos
Y sin embargo, Roush ha convertido a las F-150 en auténticos deportivos con el kit Nitemare. Pare empezar, el preparador estadounidense toma como vehículo de partida las versiones de dos puertas de las F-150, las más ligeras y puras. Sus modificaciones están diseñadas para incrementar la precisión de guiado y la deportividad de las pick-up, pero no incluyen modificaciones a las mecánicas – de eso hablaremos luego. Los cambios principales se centran, lógicamente, en su tren de rodaje.
Fotos de la Ford F-150 con paquete Nitemare de Roush






Para empezar, Roush ha reducido en 7,5 cm la altura de la suspensión delantera y en 12,5 cm la de la trasera. Esto lo ha conseguido con una suspensión roscada de nuevo desarrollo – con amortiguadores de doble tubo y muelles de frecuencia progresiva – además de nuevas manguetas y barras estabilizadoras. A mayores, le han instalado unas nuevas llantas de 22 pulgadas, envueltas en neumáticos General Tires G-Max AS07, en medidas 305/40 ZR22. Con estos cambios, la pick-up logra una aceleración lateral máxima de 1 G.
Es una cifra propia de un deportivo de altos vuelos, y aunque no será capaz de estar a la altura de un Porsche 911 en un circuito, sí puede dar más de un susto a pilotos despistados. Especialmente si el propietario decide potenciar su mecánica, aligerar aun más el vehículo. Los cambios no terminan aquí: los discos de freno ahora están perforados y el escape suena mejor gracias a unos nuevos silenciosos. En el interior tenemos nuevos tapizados para los asientos, pedales de aluminio y acentos de color rojo repartidos en zonas selectas.
Exteriormente es un vehículo oscurecido y amenazador, con una parrilla negra, un logotipo retroiluminado de Roush y discretos vinilos. El paquete Nitemare tiene un coste que arranca en 19.999 dólares al otro lado del charco, y cuenta con una garantía de 3 años o 60.000 km en las piezas instaladas por Roush.
Fotos de la Ford F-150 con paquete Nitemare de Roush





