Casi todos los fabricantes de coches están atravesando dificultades financieras, en menor o mayor medida, debido a un cúmulo de acontecimientos en los últimos años (pandemia del covid-19, crisis de suministros, guerras), las inversiones en electrificación y a la incertidumbre sobre el futuro. Pero hay una marca que lo está pasando realmente mal, Nissan, que planea incluso vender su sede central en Japón.
En el corazón de Yokohama (Japón) se alza el gran edificio de cristal que sirve como cuartel general de Nissan. Tiene 22 plantas y lo mandó construir Carlos Ghosn, el controvertido exdirector general de la marca japonesa. Se inauguró en 2009, coincidiendo con la presentación del Nissan LEAF, el primer coche eléctrico que se vendió en masa a nivel mundial.
Dieciséis años después, Nissan se encuentra en una situación crítica. En el año fiscal 2024 perdió 4.080 millones de euros y tuvo un flujo de caja negativo de 1.493 millones de euros. Tiene serios problemas de liquidez, una deuda gigantesca y pierde dinero. La peor situación posible.
Como medida de respuesta, Nissan anunció un plan de reestructuración que incluye recortar 3.000 millones de euros en costes (500.000 millones de yenes japoneses), el despido de 20.000 empleados y el cierre de siete de plantas. En los intentos desesperados por conseguir liquidez, ahora hemos sabido que también planea vender su sede central.
Según han informado el diario económico japonés Nikkei y la emisora NHK, la idea de Nissan es llegar a un acuerdo mediante el cual vendería el edificio pero seguiría utilizándolo mediante un contrato de arrendamiento, de manera que su actividad diaria continuaría con normalidad. Según la prensa japonesa, el edificio está valorado en unos 615 millones de euros.
Cuatro fábricas de Nissan están en peligro
Al ser preguntados por esta posible venta, un portavoz de Nissan afirmó que la compañía está «considerando todas las posibilidades» para sanear sus cuentas y reencaminar la situación. Pero no dio más detalles específicos.
La reestructuración, que tendrá que llevar a cabo el nuevo director ejecutivo Iván Espinosa, contempla también el cierre de fábricas o la reducción de sus plantillas. En Japón, la fábrica de Oppama (al sur de Yokohama) y la planta de Shonan están en el punto de mira. Otra posible venta es la planta de motores en Yokohama. Y según la prensa local, Nissan también está considerando recortes en Tochigi, al norte de Tokio, una planta de ensamblaje y centro de pruebas que se actualizó hace relativamente poco para fabricar vehículos eléctricos.
Tras la venta de la fábrica de la Zona Franca de Barcelona, Nissan no tiene plantas de ensamblaje en nuestro país. Pero durante décadas fue una marca muy vinculada a España. Aquí se fabricaron el Terrano II, el Pathfinder, la Nissan Navara y la Vanette, entre muchos otros. Por supuesto, también el mítico Nissan Patrol, que fue el primer modelo que la marca fabricó en Europa.
En nuestro país Nissan sigue teniendo la planta de Corrales de Buelna (Cantabria), dedicada a la fabricación, fundido y mecanización de piezas. Actualmente emplea a unas 500 personas y fabrica discos de freno y manguetas de dirección para los vehículos de Nissan y Renault, así como para otros clientes del sector agrícola, maquinaria industrial y obra civil.
Imágenes del nuevo Nissan Micra





