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La valentía y la coherencia de Volvo

Estos días conocíamos una noticia de Volvo que, sin duda, nos ha resultado sorprendente, aunque mentiríamos si dijéramos que era inesperada. Volvo limitará la velocidad de sus coches a 180 km/h, a partir del año que viene. Volvo ha hecho este sorprendente anuncio como parte de su plan para garantizar que nadie fallezca en uno de sus coches, o resulte herido grave, a partir de 2020. ¿Pero por qué es un movimiento valiente y coherente?

Volvo, una marca valiente y coherente

Nos guste, o no, la velocidad sigue vendiendo coches. Aunque, tal vez, la mayoría de los clientes de Volvo jamás hayan visto los 180 km/h en el velocímetro de su coche, el cliente quiere saber que su coche es capaz de alcanzar esa velocidad. Si nos olvidamos de generalizaciones, que por supuesto es una opinión subjetiva, y por lo tanto discutible, aún entra en juego un factor que es incluso más importante, el de las libertades.

Pocos bienes de consumo reflejan tan bien la libertad personal, de viajar donde queramos, y como queramos, que un coche. Tal vez por eso sean tan impopulares las restricciones al tráfico y otras prohibiciones. Y tal vez por eso muchos clientes quieran ser libres de alcanzar la velocidad que crean conveniente en su coche, asumiendo los riesgos, y las consecuencias de sus actos.

Volvo ha apostado por una decisión valiente y coherente, para alcanzar un bien superior, el de evitar los fallecidos en accidente de tráfico, a costa de la libertad de sus clientes para decidir circular a velocidades superiores a los 180 km/h

Volvo Xc90 2019 Gris Carretera

Y es por eso que Volvo ha llevado a cabo un acto valiente, pero sobre todo coherente. Volvo cree estar en disposición de evitar fallecidos y heridos graves en su coche mediante la tecnología, que evitará accidentes, y que protegerá a los pasajeros en última instancia cuando estos sean inevitables. Pero es evidente que en ese camino Volvo necesita de la colaboración del conductor.

De ahí que Volvo no solo haya anunciado que limitará la velocidad de sus coches a 180 km/h, sino que incluso se plantean limitar automáticamente la velocidad mediante geolocalización, por ejemplo cerca de hospitales y colegios, o incluso bloqueos a conductores que quieran ponerse al volante bajo los efectos del alcohol y otras drogas.

La pregunta del millón es cómo puede afectar esta decisión a sus ventas, especialmente en mercados como el alemán, donde sus famosas Autobahn con tramos sin límite de velocidad son la máxima expresión de la libertad y la responsabilidad del conductor, y del progreso tecnológico. Si bien es cierto que muchos coches alemanes están limitados a 250 km/h.

Pensemos que en 2018 se vendieron más de 45.000 coches de Volvo en Alemania, una porción nada desdeñable de los más de 640.000 coches vendidos por la marca el año pasado en todo el mundo, y de los casi 318.000 coches vendidos por la marca en Europa.

Más imágenes del Volvo XC90:

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