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El elemento distintivo de las bicis eléctricas de buena calidad: el sensor de par

Los coches eléctricos han avanzado mucho, pero junto a ellos hemos visto cómo prácticamente cualquier vehículo ha progresado a nivel tecnológico. Las bicicletas eléctricas son uno de los grandes ejemplos de cómo se ha conseguido desarrollar todo aspecto técnico en un tiempo récord. Y es que las bicis eléctricas son mucho más que una simple bicicleta con motor. Cuentan con un sistema cada vez más complejo de propulsión y aquellas que cuentan con un sensor de par son consideradas bicicletas evolucionadas. Pero, ¿qué es un sensor de par?

¿Qué es el par?

Brevemente, y para los que no lo sepan, explicaremos qué es el par. Es conocido también como torque en inglés. En el ámbito de los coches, el par se refiere a la fuerza de torsión que un motor es capaz de generar. Par y potencia tienen una relación directa, tal y como ya explicamos. En términos más simples, mide la fuerza rotativa que impulsa el movimiento de las ruedas. Un motor con un alto par es capaz de proporcionar una mayor capacidad de aceleración y superar resistencias como pendientes o cargas adicionales.

Cuando hablamos de bicis, el par se mide en relación con la fuerza ejercida al pedalear. En resumen, el par en una bicicleta eléctrica se traduce en la medida de la fuerza que el ciclista aplica al pedalear. Cuanto mayor es el par, más fuerza está aplicando el ciclista. Así, lo normal es que al iniciar la marcha, en una cuesta inclinada, o en un cambio de ritmo, el par sea más alto que mientras estamos rodando por asfalto o en un descenso.

¿Qué es un sensor de par?

En términos sencillos, un sensor de par mide la cantidad de fuerza aplicada al pedal durante el pedaleo. Este dispositivo ha experimentado una integración gradual pero significativa en la tecnología de las bicicletas. Inicialmente el sensor de par permitía a ciclistas de bicicletas no eléctricas conocer la potencia que estaban desarrollando en cada momento, de forma que un ciclista pudiera conocer en todo momento el esfuerzo que estaba haciendo y poder gestionar sus energías en una etapa larga. Se lo conoce como potenciómetro.

No obstante, la inclusión de sensores de par ha mejorado la capacidad de las bicicletas eléctricas para adaptarse al esfuerzo del ciclista de manera más precisa. Estos sensores, a menudo ubicados en el sistema de pedales o el eje del motor, permiten una respuesta más eficiente de la asistencia eléctrica al pedaleo.

Gracias al sensor de par es posible conocer el dato de la fuerza que el ciclista está aplicando en los pedales en cada momento.

Por qué es importante conocer el par aplicado en los pedales

Los motores eléctricos integrados en una bicicleta eléctrica deben ser regulados de alguna forma. Si un motor nos entrega toda la potencia cuando no debe, la situación podría ser peligrosa. Por otro lado, no solo es una cuestión de evitar que la bicicleta salga rodando sola, sino también de aprovechar la energía al máximo y en los momentos más relevantes.

¿Cuándo necesitamos ese impulso de energía? ¿Qué cantidad de energía necesitamos? ¿Se puede hacer por velocidad? No tiene mucho sentido. Una bicicleta podría estar desplazándose a poca velocidad porque estamos iniciando la marcha (y no queremos impulso eléctrico) o porque estamos subiendo una cuesta ( y entonces sí necesitemos ese impulso).

La cadencia de pedaleo también es una buena referencia que utilizan algunas bicicletas eléctricas. Esto es la cantidad de revoluciones de los pedales. O dicho de otra forma, cada vez que nuestro pie completa el círculo. Una cadencia muy alta implica estar moviendo los pedales muy rápido, como cuando rodamos con facilidad. Y una cadena muy baja suele ser consecuencia de que nos cuesta rodar. Pero en función de la relación de marchas, podría no ser así. Y de nuevo, no es fácil determinar cuál es el mejor momento para aportar empuje eléctrico. Por todo esto, estos sistemas hacen que el impulso eléctrico sea más o menos constante y moderado. Salvo cuando tenemos un sensor de par.

¿Cómo funciona el sensor de par junto al motor eléctrico?

Lo bueno del sensor de par es que mide la fuerza que nosotros estamos aplicando a los pedales. Y este dato sí es objetivo. Independientemente de si estamos ascendiendo o de si estamos iniciando la marcha o simplemente cambiando el ritmo para atacar y dejar atrás el pelotón, cuando aplicamos más fuerza en los pedales es porque queremos dar un impulso.

Las bicicletas eléctricas con sensor de par son consideradas la evolución sobre las bicicletas sin este, y es un elemento a valorar a la hora de comprar una nueva bici si se quiere contar con la última tecnologías.

Ventajas de tener un sensor de par en la bicicleta eléctrica

El sensor de par permite sacar el máximo partido a la energía que almacena la batería. Es así porque se aporta energía en el momento en el que el ciclista realmente lo necesita, y no se malgasta en momentos en los que el ciclista no necesita ese impulso extra de energía.

Pero además de obtener energía en los momentos en los que realmente es necesario, con sensor de par también contribuye a una mayor eficiencia y una mayor autonomía para la bicicleta eléctrica. Con la misma capacidad de batería es posible rodar más kilómetros.

Claro está, las bicicletas eléctricas con sensor de par también suelen ser más costosas, tanto por la tecnología y los componentes, como por el hecho de que suelen ocupar un lugar en la gama media-alta o superior. Pero siempre es bueno conocer a fondo qué es cada cosa para poder elegir de forma inteligente a la hora de comprar una nueva bicicleta eléctrica.

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