ESPACIOS
Cerrar CERRAR
Tecmovia

5 MIN

Audi cylinder on demand: de 4 a 8 cilindros en 300 milisegundos

Bajo la premisa de contener al máximo el consumo de combustible sin hacer mella en las prestaciones, Audi ha desarrollado en colaboración con Bentley un interesante paquete de tecnologías que incorporará en su nuevo motor 4.0 TFSI V8. Entre ellos destacan el sistema de desconexión selectiva de cilindros “Audi cylinder on demand”, el sistema de control de ruidos “Active noise control” y el de vibraciones, “Active engine mounts” (soportes activos del motor).

El motor 4.0 TFSI V8 estará disponible a principios de 2012 en los modelos Audi S6, S6 Avant, S7 Sportback y S8, así como en el Bentley Continental GT. Se comercializará en dos versiones: una de 420 CV de potencia y un par máximo de 550 Nm (para los S6, S6 Avant y S7 Sportback) y otra de 520 CV de potencia y 650 Nm de par máximo, que será la que equipe el S8.

Desconexión selectiva de cilindros

El sistema de desconexión selectiva de cilindros “Audi Cylinder on demand” es el encargado de desactivar, con el cierre de las válvulas de admisión y escape, cuatro de los ocho cilindros (dos en cada bancada) del V8 Twin Turbo cuando éste funciona a carga parcial.

Para desactivar los cilindros deben de cumplirse algunas condiciones, como que el motor no esté demasiado revolucionado y la velocidad engranada sea la tercera o alguna de las superiores. El límite superior de par al que la desactivación tiene efecto está entre los 120 y los 250 Nm, siempre que el motor esté funcionando a una velocidad superior a la del ralentí (entre las 960 y las 3.500 rpm).

Además, el sistema incorpora una lógica de control que monitoriza los movimientos de los pedales del acelerador y el freno y del volante efectuados por el conductor, de forma que si se detecta un patrón irregular, la desactivación de los cilindros pueda ser inhibida.

Una vez desactivados los cuatro cilindros correspondientes, en un proceso que no supera los 300 milisegundos, el V8 comienza a funcionar como un V4 con un orden de encendido que cambia de 1-5-4-8-6-3-7-2 a 1-4-6-7. En los cilindros desactivados los pistones continúan moviéndose, por lo que antes de cerrar completamente las cámaras de combustión se introduce en ellas aire fresco a baja presión que reduce la energía necesaria para moverlos.

Gracias a esta tecnología se reduce el consumo una media de un 5% y las emisiones de CO2 disminuyen de 10 a 12 g/km. Además, combinado con el sistema stop-start que equipan los modelos de la gama S, pueden llegar a disminuir hasta 24 g de CO2 por kilómetro. Según Audi, en casos concretos, como a velocidades próximas a los 80 km/h, la ganancia de eficiencia es de un 12%, y se mantiene hasta el 7% incluso a velocidades que superan los 130 km/h.

Sin ruidos ni vibraciones

Para evitar ruidos molestos y posibles vibraciones generadas por la desactivación de los cilindros, los de Ingolstadt han desarrollado dos sistemas denominados Active noise control (control activo de ruidos) y Active engine mounts (soportes activos del motor).

El primero registra los ruidos del interior del vehículo gracias a los micrófonos de ambiente que van incorporados en el coche, y los analiza en busca de posibles sonidos molestos. De esta forma, en caso necesario, el sistema emite un sonido en oposición al ruido a través de sus altavoces que, en teoría, anularía el ruido original.

Algo parecido ocurre con el sistema destinado a reducir las vibraciones molestas: si los sensores detectan vibraciones procedentes del motor, se inicia una contravibración hasta que la original se vuelva casi imperceptible.

Lo cierto es que los sistemas de desactivación de cilindros no son una novedad, y han aparecido en numerosos motores a lo largo del tiempo, aunque de forma aislada y con poco éxito, pues solían estar ligados a problemas de fiabilidad. Sin embargo, con la nueva moda del downsizing y el avance de las nuevas tecnologías, algunos fabricantes como Volskwagen, la división AMG de Mercedes-Benz y en este caso Audi han decidido recuperarlos.

En cualquier caso, hay que reconocer que, solucionado el problema de la fiabilidad, la idea de utilizar medio motor en los momentos en los que el motor entero no es necesario resulta brillante.Y mucho más si el confort y la posibilidad de disponer de toda una caballería en los momentos de mayor exigencia no se ven afectados.

Fuente: Audi
En Tecmovia: 4.0 TFSI V8: máximo exponente de la tecnología VAG | AMG Cylinder Management: desconexión de cilindros en pro de la eficiencia del motor | Desactivación de cilindros: la nueva apuesta por el ahorro de Volkswagen
En Diariomotor: De la inyección directa al “downsizing”, ¿revolución real?

Cargando...