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El coche sin conductor para el transporte urbano seguro y eficiente

La automatización se ha establecido en el mundo del transporte, y especialmente en el sector del automóvil; ejemplos de ello lo tenemos en el cada vez mayor número de equipos de asistencia al conductor en vehículos de producción, lanzaderas experimentales no pilotadas y la telemática en flotas y administración de baterías.

Gracias a los progresos experimentados en los últimos años en el campo de la inteligencia artificial e ICT (Information and Communications Technology), cada vez es más creíble la posibilidad de un automóvil completamente o semi-automatizado. La idea es muy importante en el contexto de la movilidad sostenible y también en lo que concierne a su contribución al desarrollo de la movilidad eléctrica y las redes de vehículos compartidos.

Los objetivos: mejorar el tráfico de nuestras ciudades, aumentar la seguridad, ahorrar energía y tiempo y reducir la huella ecológica del transporte en automóviles. A pesar de las dificultades de su implementación, el coche automático es una alternativa viable; pero también tendrá que enfrentarse con una barrera psicológica importante: ¿hasta qué punto estarás dispuesto a confiar en que una máquina se encargue de conducir por ti?

La movilidad y la automatización, ya es una realidad

General Motors cree que para 2020 ya habrá coches autónomos a la venta

Los sistemas de asistencia al conductor (control de estabilidad, frenada de emergencia automática, control de crucero adaptativo…) son los precursores del futuro vehículo autónomo, sin conductor.

¿Podría convertirse la robótica en el paradigma de la movilidad eléctrica y el vehículo compartido? De ser así, merece una oportunidad. Presente en el sector ferroviario (por ejemplo, el servicio de lanzaderas de Orlyval en la línea 14 del metro de París), en la aviación (el piloto automático) y en la industria (en las líneas de producción), esta tecnología está consiguiendo avances muy importantes en el sector del automóvil. Un buen ejemplo que ya conocerás lo tenemos en el desarrollo de sistemas de asistencia al conductor: frenada de emergencia, control de crucero adaptativo, asistente de aparcamiento, control de estabilidad…

A pesar de que toda esta tecnología ha sido diseñada para hacer la conducción más segura y confortable y no para sustituirlo, «se trata del primer paso hacia el coche autónomo, los precursores de la automatización completa del vehículo», dice Bruno Bonnel, Presidente de SYROBO (la federación francesa de servicios robóticos) y fundador de Infogrames (Atari). «El vehículo autónomo tiene que interpretar un papel protagonista en la ecología del transporte«, confirma. «Es una nueva forma de utilizar el coche, menos estresante y más segura, en tanto eliminas los riesgos inherentes en el comportamiento humano (temores, cansancio, excitación…)

«El coche convertido en un centro de recursos que se adapta al trabajo y a nuestro tiempo de ocio.» Incluso mejor, «el tráfico automatizado permite regular de una forma más eficiente y efectiva el flujo de vehículos en la ciudad, y una vez más, un tráfico más organizado incrementa la seguridad». Y, por encima de todo, habrá un ahorro de energía y tiempo en beneficio del medio ambiente.

Parecen razones suficientes para convencer al conductor de abandonar el volante y dejar que una máquina conduzca por él.

Experimentos muy prometedores

Google nos mostraba hace días las ventajas del vehículo autónomo para invidentes

Google ha probado en condiciones reales su primer vehículo autónomo. El aeropuerto de Londres Heathrow ya tiene lanzaderas no pilotadas.

Como ya hemos tratado en alguna ocasión, desde 2010 Google ha probado varios sistemas de vehículos robotizados en condiciones reales. Estos vehículos eran, en realidad, híbridos Toyota Prius dotados de radares y sensores en el techo, capaces de evaluar el entorno que les rodea con un campo de visión de 360 grados. Los vehículos se comunicaban constantemente con los servidores y empleaban la cartografía de Google Maps. En sus pruebas, estos vehículos cibernéticos llegaron a recorrer más de 200.000 kilómetros en las carreteras californianas sin el menor incidente.

Dentro del proyecto Citymobil de octubre de 2010, el aeropuerto de Londres Heathrow puso en marcha un sistema de lanzaderas automáticas, ULTra, que fue la primera línea comercial PRT (Personal Rapid Transit) empleada en el mundo. Este transporte colectivo al servicio del consumidor estaba compuesto de 21 lanzaderas que permitían a los pasajeros desplazarse entre la Terminal 5 del aeropuerto y el parking público, a 4 kilómetros de distancia.

El Toyota Prius de Google ha recorrido más de 200.000 kilómetros en California sin ningún percance

La automatización puesta al servicio de la red de transportes

Una red de autobuses sin conductor podría mejorar y optimizar los transportes públicos de toda una ciudad.

Desde mayo, la ciudad de La Rochelle en Francia ha estado probando varios modelos de minibus Cybus completamente automatizados, que fueron desarrollados por Yamaha y el INRIA (Instituto Nacional de Investigación en Informática y Control). Este vehículo sin conductor es el resultado de diez años de desarrollo y puede transportar hasta cinco pasajeros en un circuito real, con tráfico, de más de 800 metros de longitud. En efecto, es capaz de adaptarse al tráfico, acelera, frena y desvia su trayectoria para evitar choques o sortear obstáculos. La idea es que este sistema complemente a los servicios de autobús tradicionales. El Cybus puede ser empleado en aeropuertos, estaciones, parques de negocios o incluso en el centro histórico de las ciudades, areas residenciales y todo un sinfín de escenarios posibles.

La compañía Induct está trabajando en otro proyecto automatizado denominado Modulgo. Es un vehículo eléctrico de 2.5 metros adaptado para servir de automóvil compartido. Se conduce como un vehículo normal pero incorpora un sistema de logística telemática. En otras palabras, puede ser controlado remotamente desde una estación de monitorización para cargar sus baterías sin intervención humana gracias a un punto de recarga inalámbrico.

El proyecto EGMC (Electronically Guided Mechanical Coupling) también está estudiando otros sistemas de recarga y logística inalámbrica. Esta solución desarrollada por Modulowatt permite, por ejemplo, que varios vehículos puedan conectarse a la vez en el mismo punto de recarga de un parking o un aparcamiento de la ciudad. Los vehículos están preparados para conectarse entre ellos y desplazarse en convoy a diferentes puntos de recarga y estaciones de servicio.

Cybus en La Rochelle: los dispositivos que lo definen

Los sensores láser: Este dispositivo se emplea para detectar objetos en movimiento (peatones, vehículos, animales…). El rayo láser dispone de un haz horizontal y vertical en una posición constante capaz de recopilar información y la distancia de los obstáculos a su alrededor. Esta información la recopila un ordenador que construye a su vez un mapa tridimensional del entorno que lo rodea.

Los sensores de ultrasonido: Estos son capaces de detectar obstáculos que están muy cerca o muy bajos, por ejemplo los bolardos de las aceras. Este dispositivo funciona como un sensor de aparcamiento de un vehículo convencional. En el Cybus complementa el trabajo de los sensores láser.

Las videocámaras: Por dentro y por fuera el vehículo está constantemente filmando la situación para reconocer objetos (semáforos, señales de tráfico…) y peatones. Las videocámaras trabajan como los «ojos» del Cybus y completan el trabajo realizado por sensores láser y de ultrasonido en la interpretación del entorno que le rodea.

El sistema de comunicación: Se centra básicamente en el equipo de navegación GPS y la localización vía GPRS. Establece una comunicación dentro de la red: entre autobuses (vehículo-a-vehículo y con una infraestructura (vehículo-a-infraestructura), con cada dispositivo enviando en todo momento su posición y la información recopilada al servidor. Este sistema es esencial para la administración de la flota, su monitorización, la recarga de baterías y la gestión del tráfico.

El motor eléctrico y las baterías: El último punto del Cybus es una mecánica de cero emisiones que perfectamente puede ser compatible con un vehículo automatizado, o una red de automóviles compartidos. Los motores eléctricos han demostrado que su sencillez, respecto al motor de combustión, facilita la programación con algoritmos que gestionen su funcionamiento.

Enlaces y fuentes relacionadas

* The Citymobil project
* Cybergo and Modulgo – Induct (en francés)
* The Cybus in La Rochelle – INDRIA (en francés)
* The AMARRE system (Modulowatt)
* The SARTRE project

De Sustainable Mobility: How automation is put to work for sustainable mobility
En Tecmovia: Los coches autónomos podrían llegar al mercado antes de 2020, según General Motors | Los coches autónomos ya circulan legalmente por el estado de Nevada

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