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¿Sueñan los artistas con coches eléctricos? Pistas sobre la influencia del coche eléctrico en nuestra cultura (I)

El coche eléctrico está en la actualidad en una fase todavía de desarrollo que no lo hace muy competitivo comercialmente. Los costes de producción y venta, así como la escasa autonomía y casi inexistente red de recarga lo lastran a la hora de llegar a los particulares. Escasos 800 turismos y vehículos comerciales eléctricos se vendieron el año pasado en España de los cuales apenas una decena fueron para particulares., y aunque en lo que va de 2012 los eléctricos ya han alcanzado 678 hasta finales de mayo, todavía siguen siendo una rareza.

En lo que va de 2012 los eléctricos ya han alcanzado 678 hasta finales de mayo

Sin embargo el impulso de las marcas y las expectativas creadas hace pensar que en un futuro a medio plazo los coches eléctricos podrían alcanzar porcentajes significativos del parque móvil.

Para ese escenario, al igual que los ingenieros investigan en las soluciones de pasado mañana, desde hace tiempo me pregunto ¿Podría cambiar el coche eléctrico la sociedad del futuro? El automóvil ha sido uno de los factores decisivos en la configuración de nuestras ciudades y nuestra sociedad. Sin el coche no existiría la gran metrópoli rodeada de un difuso “extrarradio”, cuna de nuestra actual y variada “cultura urbana”. Y ha sido también icono del diseño durante décadas, influyendo con sus formas en otros objetos y sectores, así como inspirador de canciones y estilos musicales desde hace más de sesenta años. Si ahora se hace eléctrico, ¿Cambiara algo? Desde luego es algo difícil de afirmar, pero a partir de algunos indicios y tendencias que se rastrean por todo el mundo, creo que se pueden aventurar algunas reflexiones y pronósticos.

Las infraestructuras de carga: ¿electrolineras?

La autonomía de los eléctricos es un factor clave en su desarrollo, y también lo será en su impacto sobre las ciudades, la arquitectura y la cultura en general. ¿Habrá que inventar las estaciones de recarga en ruta? ¿Tendrán un aspecto muy distinto a nuestras actuales gasolineras? Al igual que sucedió con las antiguas ventas para caballerías que se adaptaron a la era del automóvil incorporando postes de carburante, muchas gasolineras se reconvertirán en estaciones de recarga eléctrica.

Al igual que sucedió con las antiguas ventas para caballerías que se adaptaron a la era del automóvil incorporando postes de carburante, muchas gasolineras se reconvertirán en estaciones de recarga eléctrica

Probablemente el formato actual, con una gran superficie cubierta bajo la cual se ubican unos pocos postes, tendrá que cambiar para adaptarse a las necesidades de los eléctricos. Si los eléctricos requieren de 10 ó 15 minutos para cargarse quizá una “electrolinera” se parezca más a un gran párking en el cual los coches se recargan unos junto a los otros y ubicadas en los puntos de parada más frecuentados. Mientras tanto, quizá nuestras pequeñas gasolineras se sustituirán por postes aislados al borde de la carretera que den servicio a unos pocos coches y sin requerir personas para atenderlas.

En el cómo se diseñen las pequeñas estaciones de recarga automatizadas irá buena parte de nuestra percepción de los viajes en coche del futuro, llenando nuestras carreteras de extraños “no-lugares” o bien incorporando espacios más habitables que muchas de nuestras actuales gasolineras de paso.

Será en estas “electrolineras” del futuro donde se tengan produzcan los encuentros clandestinos del cine negro, donde los protagonistas de las “Road Movie” deban hacer parada

El paisaje de nuestras novelas, nuestras canciones y nuestras películas podría, por tanto, incorporar algunos nuevos escenarios. Será en estas “electrolineras” del futuro (quizá preferiblemente en las solitarias atendidas por máquinas) donde se tengan produzcan los encuentros clandestinos del cine negro, donde los protagonistas de las “Road Movie” deban hacer parada y el lugar al que, en las películas de terror, deseará llegar el conductor atribulado por una horrible tormenta en medio de la noche… para no encontrarse a nadie.

Los sonidos del silencio. Los eléctricos y la ciudad

Uno de los campos donde los eléctricos tendrán más protagonismo y lo tendrán más pronto es en las ciudades. ¿Cómo influirán estos peculiares coches en la vida en las ciudades y su cultura? Lo primero que uno piensa que traerán los eléctricos serán dos cosas: mucha menos polución y mucho más silencio. Lo primero es algo inevitable, pero quizá lo segundo podría no ser tan sencillo. Por un lado los coches eléctricos circulando a baja velocidad son totalmente silenciosos y por eso ha surgido un intenso debate en torno a si deberían incorporar algún sonido externo para alertar a los peatones. Por otro lado el sonido de rodadura de los eléctricos a partir de una cierta velocidad es casi idéntico al de un coche convencional que circule con el motor a bajas revoluciones. Sólo con que consiguiésemos hacer desaparecer el sonido de los motores térmicos en fase de aceleración y su ronroneo en los semáforos habríamos silenciado notablemente nuestras calles.

Muchos peatones se paran a mirar el paso de cualquier Toyota Prius funcionando en modo eléctrico por zonas de baja velocidad

Y esto es algo que muchos desean, como se comprueba fácilmente viendo cómo muchos peatones se paran a mirar el paso de cualquier Toyota Prius funcionando en modo eléctrico por zonas de baja velocidad. El impacto es tan grande que se oye murmurar a los viandantes comentando con cara de satisfacción.

De manera que los eléctricos, para ser precisos, podrían cambiar los ruidos de la ciudad actual por otros distintos. Pero esos sonidos también habrá que diseñarlos y desde el día que salgan a la calle, pasarán a formar parte de nuestra cultura tanto como el de un antiguo teléfono, el obturador de una cámara de fotos o una máquina de escribir (que siguen saliendo, misteriosamente, de nuestros actuales teléfonos táctiles)
¿Ayudarán los eléctricos a hacer nuestras ciudades menos ruidosas? En mi opinión si, y parece que las normativas de la Unión Europea ayudarán en ese sentido.

En una ciudad sin ruido de los coches el resto de los sonidos que ahora quedan enmascarados probablemente se reducirán y el murmullo de la urbe baje varios grados

En una conversación entre varias personas, cuando una de ellas habla muy alto es normal que las demás también eleven la voz por inercia. Pero si los demás hablan más bajo de lo normal, el interlocutor ruidoso bajará su volumen al instante para adaptarse.En una ciudad sin ruido de los coches el resto de los sonidos que ahora quedan enmascarados probablemente se reducirán y el murmullo de la urbe baje varios grados y cambie el tono de su rumor haciéndola también más agradable para el peatón y para la conversación.

Conduce a la moda: Eléctricos y personalización

En el coche eléctrico el porcentaje de elementos informáticos y mecánicos de los coches actuales se invertirá, dando mucho más protagonismo a la electrónica, de modo que la interacción con el usuario vía Internet y vía Smartphone será uno de los factores protagonistas de los mismos. Por ello los coches se harán mucho más personalizables y flexibles, pero también más “hackeables” para los usuarios. El paso de ser una máquina de desplazarse a ser un gadget tecnológico transformará radicalmente nuestra relación con los coches y será el episodio último del triunfo del nuevo rey de la creación (tecnológica): el smartphone.

El paso de ser una máquina de desplazarse a ser un gadget tecnológico transformará radicalmente nuestra relación con los coches

Los niveles de personalización podrían ir desde modos básicos como recordar las posiciones del asiento y volante a través del teléfono, cambios estéticos en la iluminación interior o el color de la carrocería (como imagina Peugeot medio en serio medio en broma), o más profundos como la conexión del coche a las redes eléctricas para confeccionar las ansiadas “SmartGrid”. Esta posibilidad de configurar y actualizar nuestro coche con facilidad posiblemente reformulará el significado del mismo en la sociedad y restará influencia al diseño dando más protagonismo al usuario en el significado social del coche. Será quizá el principio del fin del coche como gran símbolo social, que se percibirá cada vez más como una máquina o gadget electrónico más.

El coche eléctrico es ya un símbolo de cambio, por eso reclamará cada vez más espacio en nuestra cultura, y reflejará las expectativas de la sociedad hacia el futuro. Los cambios prácticos traerán paulatinas transformaciones en la sociedad. Quizá el «Car Sharing» será uno de los escenarios de cambio, por eso les dedicaré el artículo de la semana que viene.

Fuentes: AniacamBetter Place
Fotos: Prensa Renault España | Nissan Europa | Prensa Toyota España | Better Place Press
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