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A123 desarrolla una batería que no necesita de sistemas de refigeración/calefacción

El fabricante de baterías norteamericano acaba de presentar en primicia mundial una nueva evolución sobre la tecnología Ion-Litio-Fosfato. Entre las características más importantes, encontramos el apunte de que los diseños basados en este nuevo desarrollo apenas sufrirán ningún tipo de afección al trabajar en rangos de temperaturas extremas, de -35ºC a 45ºC. Un avance que permitiría prescindir de los actuales sistemas de refrigeración/calefacción que se han vuelto tan imprescindibles en híbridos y eléctricos.

La tecnología Nanophosphate EXT aporta según A123 una alta tolerancia a la consecución de ciclos de carga-descarga (DOD) en todo el margen de temperaturas propuesto, aún así la merma de rendimiento existe, aunque dada la comparación con otros sistemas con refrigeración forzada, hablamos de una pérdida asumible. Hablamos de que este nuevo desarrollo sería capaz de mantener el 90% de la capacidad después de 2.000 ciclos de recarga completos, habiendo sido realizados a 45ºC de temperatura.

Por el momento A123 habla de este avance como un nuevo gran paso en su tecnología de baterías de Litio-Fosfato. La principal ventaja que aporta reside en la nula necesidad de un sistema que sea capaz de mantener una temperatura de funcionamiento óptima, ya sea empleando un sistema de aire forzado, o empleando complejos circuitos de refrigeración líquida en sintonía con el circuito de aire acondicionado.

El ahorro a nivel de costes marcaría un gran avance en el abaratamiento de las baterías. La reducción de inversiones enfocadas en diseñar los sistema de refrigeración y climatización permitirían mayores posibilidades de ubicación del propio acumulador, así como evitarían problemas y defectos derivados del control térmico. Con las primeras unidades de vehículos a baterías en el mercado, se está descubriendo que los sistemas de refrigeración/calefacción protagonizan la gran mayoría de las incidencias.

Por otro lado contaríamos con un ejemplar ahorro energético, tanto una vez estamos en plena conducción, como en los tiempos que nuestro vehículo permanece conectado para recargar sus baterías. Conseguir la correcta temperatura de funcionamiento del acumulador tiene un alto precio en kWh, tanto más cuando las recargas sean en condiciones menos favorables y el uso de nuestro vehículo sea más habitual. La eliminación de una necesaria temperatura óptima supondrá prescindir de un importante consumidor eléctrico.

La única pega del nuevo desarrollo de A123 es que esta tecnología, por ahora, solo pretende ser lanzada para sistemas microhíbridos y estaciones de acumulación para telecomunicaciones. Los motivos de no llegar más allá se desconocen, aunque posiblemente sea su actual entrega de potencia lo que permita obtener una alta tolerancia a rangos de temperaturas menos favorables.

Fuente: GreenCarCongress
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