Ford trabaja junto con la Universidad de Michigan para el desarrollo e investigación sobre cómo reducir la creación de microbios en el interior de nuestros vehículos. Hablamos de un factor en al que poco solemos prestar antención, o por lo menos no toda la que merece, aunque también es cierto que es difícil controlar la creación de este tipo de vida sin que por ello tengamos que recurrir a técnicas que puedan llegar a dañar los materiales que recubren el interior de los vehículos.
Por este motivo, Ford está desarrollando una serie de técnicas y tratamientos para paliar este mal común a todos los automóviles sea cual sea su precio o segmento del mercado. A través de una serie de técnicas de fabricación y la alteración de los compuestos se pretende limitar la elaboración de factores condicionantes que favorezcan la creación de microbios y posteriores degradaciones que pueden culminar con la aparición de malos olores, y en según que casos pueden llegar a infligir daños en la salud.
Un entorno de condiciones idóneas para la proliferación de microbios
El interior de cualquier automóvil, pese a su condición puramente artificial, supone todo un entorno de cualidades idóneas por condiciones de humedad, de calidad del aire, de alojamiento de bacterias y de dificultad para su eliminación, que en muchas ocasiones termina revelando un aspecto impecable a pesar del transcurso de los años, pero que bajo su impoluta apariencia, esconde no pocos organismos alimentándose de los desechos propios y ajenos que hemos transportado hasta tapicerías, recubrimientos, moquetas, etc.
La clave de esta investigación entre Ford y la universidad de Michigan se ha centrado en la inclusión de un compuesto de iones de Plata cuya denominación comercial es Agion, pretendiendo ofrecer un tratamiento antibacterias que sea capaz de cumplir con los requisitos de duración y robustez que necesitan los distintos mandos y superficies de uso que contiene un automóvil en su interior.
Resultados favorables, aunque no definitivos para avalar su aplicación
Partiendo de una base donde se han analizado hasta 10 elementos de uso común del interior del automóvil como son: intermitentes, volante o pomo del cambio, se ha llevado a cabo una comparación entre los resultados obtenidos en un primer análisis y los posteriores resultados obtenidos en piezas similares que han sido tratadas con el compuesto específico.
Los resultados hablan sobre una reducción en la proliferación de las bacterias que permite mejorar los márgenes de tiempo para la aparición de este tipo de microbios. La firma americana ya se encuentra probando en vehículos de desarrollo estos materiales que han sido recubiertos con Agion, para analizar su compatibilidad con las especificaciones que demanda la industria para este tipo de componentes.
Fuente: Ford
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