Seat Exeo en París 2008, la nueva berlina española se descubre

Es imposible negar que el Seat Exeo ha creado una gran expectación, ya no sólo por ser el renacer de una berlina de la marca de Martorell en el sentido más tradicional sino también porque parte de la plataforma del anterior Audi A4. Esta misma expectación se ha traslado al Salón de París en el que ha sido el centro de casi todas las atenciones.

Al mirarlo en cuanto a llegué al stand de Seat me di cuenta de que las dimensiones que me había hecho del Exeo parecían algo cortas. La impresión es la de una berlina mucho más grande de sus dimensiones, aunque quizás ayuden las potentes luces que lo rodeaban. Su conservadurismo en el diseño de las ópticas o de la calandra le propician incorporarse a la línea de Seat de una manera “sana”, si bien en principio cuesta acostumbrarse a una berlina de este estilo con la famosa S en la parrilla: el perfil es claramente A4.

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Ajustadas a esta nueva berlina llegan ciertas novedades “tecnológicas”. Por ejemplo, se le incorporarán motores turbodiésel con la última generación del common-rail de 2.0 litros de cilindrada, cuyas potencias serán las tradicionales de 120, 140 y 170 CV. En gasolina, destacan la ampliación de los motores TSI, con un 1.4 de 150 CV y un 2.0 TSI que ronda los 200 CV y supone el modelo más potente inicialmente.

La otra novedad interesante llega de parte del equipamiento, en el que se suma una solución energética externa al clásico navegador GPS o al sistema multimedia con conexión USB e iPod. Se trata de unos sencillos paneles solares dispuestos por el techo que permiten abastecer de energía al climatizador para usar con el motor apagado.

El interior del Exeo parece otro mundo, dotándose de calidad y de este toque “familiar” de los acabados de Seat. No falta la configuración típica de Seat en los paneles centrales y en el volante, de cuero y con costuras a juego con el tapizado beige de los asientos. Hay toques de buen gusto repartidos por el habitáculo, como por ejemplo el símil de madera insertado en el salpicadero. Los asientos traseros y, en general, esa parte del habitáculo se muestran perfectamente a la altura del modelo de Ingolstadt.