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La historia de la única pista indoor de drag racing

Antes de que el centro de convenciones McCormick Place fuese construido en Chicago, su lugar era ocupado por el International Amphiteater. Este centro de exposiciones servía como sede para el Salón del Automóvil de Chicago o la feria de ganado del estado, incluso acogió a los Beatles en su gira por Estados Unidos. El episodio más interesante de su historia es para nosotros las dos citas en las que se convirtió en la única pista de drag racing indoor del mundo.

El promotor de carreras Bill Schade – conocido en los círculos de la NASCAR – organizó el 30 de diciembre de 1962 la primera carrera de drag racing indoor. Para ello, se habilitaron dos carriles paralelos en el interior del pabellón de exposiciones, protegidos por las típicas barreras de metal (Armco). La intención era que los duros inviernos de Chicago no interfiriesen con el deseo de muchos jóvenes de batirse en duelo con sus máquinas modificadas. La pista era de lo más peculiar.

La historia de la única pista indoor de drag racing
La historia de la única pista indoor de drag racing

En primer lugar, lo precario e improvisado de su instalación. En segundo lugar, el suelo era de cemento pulido, que según los corredores, patinaba tanto como el hielo. Por último, poco después de la línea de meta, los coches aún pasaban a toda velocidad por dos estrechas puertas de carga en medio de la frenada. Uno puede pensar que era una locura, pero es que eran tiempos en los que la seguridad no era una de las preocupaciones en el automovilismo (y en muchos otros ámbitos).

Debía ser impresionante ver a estas máquinas rugiendo a pleno pulmón en espacios cerrados con mucho eco. Todo un espectáculo, pero bastante poco recomendable para la salud: las concentraciones de monóxido de carbono debían ser considerables, incluso superando umbrales tóxicos. Además, en caso de accidente o incendio, los daños podrían ser mucho más peligrosos. Y hubo accidentes, aunque por fortuna no fueron mortales y no ocurrieron contra las puertas de carga.

La historia de la única pista indoor de drag racing

Y a pesar de todo ello, hubiera pagado por estar en aquél evento. El mejor tiempo de la jornada fue de 5.68 para Richard Myracle, con un Plymouth de 1962. En 1964, a finales de año, se realizó otra jornada, que contó con cientos de asistentes, entre ellos el famosísimo Mr. Norm o Arnie “The Farmer” Beswick. Y eso fue todo. Ese mismo año, Bill Schade dijo que no habría más drag racing de interiores, sin alegar motivos. Un pedacito de la historia de este deporte que hemos querido compartir con vosotros.

La historia de la única pista indoor de drag racing

Vía: Street Legal TV
En Diariomotor: Los inicios del drag racing en imágenes | Drag racing a cámara lenta, la sinfonía mecánica

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