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Tres lecciones que aprender por el caso de las detenciones de la Operación Paragolpes de la Guardia Civil

Durante estos días el Ministerio del Interior destapaba lo que según se ha dicho en los últimos días podría ser una red clandestina de carreras urbanas por las que una persona habría sido detenida en Elche (Alicante) y otras ocho imputadas en lo que la Guardia Civil denominó, la operación Paragolpes.

En un resumen rápido de la historia nos encontramos ante aficionados a los coches deportivos que se juntan en diversas ocasiones, se graban y después lo cuelgan en internet. Entre las infracciones detectadas por la Guardia Civil, cito textualmente las siguientes: “conducción temeraria, competiciones nocturnas en suelo urbano, trompos, derrapes, circulación en zig-zag, carreras colectivas invadiendo el carril contrario, etc.”

Mal momento para temeridades y aún peor para presumir de ellas

Según la Guardia Civil se actuó tras las denuncias que llegaron a su departamento de Delitos Telemáticos en base a la colaboración ciudadana.

Definitivamente estamos ante un mal momento para las temeridades al volante, por suerte. La persecución contra los conductores infractores, desde el que se pasa en 15 km/h el límite de velocidad en una autovía o autopista, hasta para aquellos que compiten entre el tráfico poniendo en peligro la vida de los demás o conducen con una altísima tasa de alcohol y drogas en sus angre. El primero, con mucha razón, se siente perseguido, pero el segundo es al que de verdad habría que perseguir con un mayor ímpetu.

Un coche de aspecto deportivo o preparaciones como las que se aprecian en las imágenes distribuidas por la Guardia Civil, es un imán para las autoridades. Si juntamos docenas de coches con estas características, las posibilidades de que alguien se alerte y decida investigar sus actividades son aún mayores. La Guardia Civil asegura que actuó tras las denuncias que se realizaron desde su portal de colaboración ciudadana.

Con esto quiero decir que la peligrosidad de cometer alguna temeridad en una concentración en manada y ser “cazado” es mucho mayor. No son pocos los clubes y organizaciones serias, desde las que reúnen a propietarios de coches modestos hasta las que cuentan en sus filas con los deportivos más exclusivos que podamos ver por nuestras carreteras. Y también son muchos los eventos que se realizan cada año en circuito, con precios para todos los bolsillos, en los que poner en práctica habilidades y disfrutar al volante, que al final es lo que todos queremos, de forma segura y sin temor a multas ni retiradas de carné.

Grabar tus propias fechorías, nunca fue una buena idea

En internet aún pueden verse vídeos, más allá de los divulgados por la Guardia Civil, en los que se aprecian las grabaciones de los implicados en la Operación Paragolpes.

Sinceramente no creo que existan los santos, y dentro o fuera de la carretera, ¿quién no ha cometido alguna vez acto que no fuera legal? Sin que lo justifiquemos, si un conductor llevase una cámara adosada a su vehículo las 24 horas del día conectada con la Guardia Civil, es probable que en cuestión de días la cuenta de puntos de nuestro carné de conducir se agotase por completo. Me atrevo a decir que algunos, en unos pocos kilómetros ya habrían agotado todos sus puntos.

Es por eso que no encuentro idea más estúpida que instalar una cámara fija en el parachoques de tu coche para grabar, a sabiendas de lo que estás haciendo, toda una serie de maniobras que serán calificadas de conducción temeraria ante un juez. Las imágenes que vemos en el vídeo publicado por la Guardia Civil muestran, desde el “inofensivo” burnout y los donuts en un parking, hasta aceleraciones en paralelo y adelantamientos en dirección contraria o sobrepasando coches por su derecha y por el arcén.

Y lo peor de todo, más allá de la grabación de las pruebas que te incriminen, publicarlo para facilitar el trabajo de la benemérita, que como ya sabemos cuenta con un Grupo de Delitos Telemáticos pensado para seguir el rastro de cualquier delito que se cometa en la red.

El tratamiento de los medios y la alarma social

Operación Paragolpes

Durante estos días en los medios se ha llegado a hablar de carreras ilegales, apuestas, Gumball y un sinfín de aspectos que pueden, o no, tener algo que ver con la Operación Paragolpes que nos ocupa.

En el momento en que un reportero en televisión menciona el eufemismo “coche de alta cilindrada”, mi radar auditivo se pone alerta ante lo que podría llegar después. En este caso además estos coches tenían nacionalidad, alemana, para más inri. Los mismos medios que a día de hoy están creando una alarma social, son los mismos que ayer ofrecieron toda su cobertura y aumentaron la popularidad de uno de los personajes más carismáticos de la red hace unos años, Matias el Humilde. Los mismos que mañana harán una reposición de Fast and The Furious para aprovechar el tirón.

Carreras ilegales existen y siempre han existido, pero al menos habrá que esperar a las determinaciones del juez para ver si estamos ante ese caso o no. Sobre las infracciones de tráfico, sobra decir que es más que evidente el hecho de que algunos tendrán que rendir cuentas ante la ley y explicar estas grabaciones.

Fuente: Ministerio del Interior
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