ESPACIOS
Cerrar CERRAR
Entrada

4 MIN

La revisión de los TDI de Volkswagen comenzará en 2016, y requerirá cambios importantes más allá del software

Hace un par de días ya os hablábamos de las posibles soluciones que empleará Volkswagen para resolver el problema de su TDI y vaticinábamos una posibilidad, que los ajustes de software no fueran suficientes. Y esos temores, los peores, se confirman. El nuevo CEO del Grupo Volkswagen, Matthias Müller, reconocía a Frankfurter Algemeine Zeitung que la revisión de los TDI afectados no solo requerirá un nuevo software que elimine el defeat device fraudulento utilizado hasta la fecha, sino que muchos vehículos podrían exigir la instalación de nuevos sistemas anticontaminación. La complejidad de las técnicas que se emplearán para «legalizar» los TDI afectados hará que el proceso de revisión de vehículos en Europa no comience hasta enero, y que probablemente se prolongue hasta finales de 2016.

Volkswagen no solo se enfrenta a la problemática logística de hacer pasar por sus talleres europeos a 8 millones de vehículos afectados, sino también al de plantear soluciones que, por lo reconocido por Müller, en algunos casos irán más allá de los ajustes de software.

¿Por qué se retrasará tanto? La razón más obvia la tenemos en el volumen de vehículos que ha de revisarse. En Europa están llamados a revisión un total de 8 millones de coches producidos por el Grupo Volkswagen. Solo en España están afectados 683.626 vehículos, un volumen muy importante de coches que tendrá que pasar por los talleres de SEAT, Volkswagen, Skoda y Audi.

Pero el problema más importante al que se enfrenta el Grupo Volkswagen no es únicamente el de atender a tantos clientes, y resolver su problema, sino el de definir la solución necesaria para resolver el problema en cada motor.

Matthias Müller confía en que la mayoría de los motores puedan cumplir con la normativa de emisiones con un simple ajuste de software. Pero la realidad, que nosotros ya apuntábamos estos días, y que se confirma con las declaraciones de Müller, es más dura. Algunos de los motores, probablemente los más potentes y equipados en vehículos de tamaño compacto y grande, exigirán la instalación de sistemas anticontaminación más sofisticados. (Ver guía de estrategias y sistemas para vencer al NOx).

Y a partir de ahí hemos de pensar en los dos tipos de sistemas que podría utilizar Volkswagen, trampas de NOx más sofisticadas, o sistemas AdBlue, que añadirían complejidad y algunos inconvenientes a sus clientes. Los sistemas de tipo AdBlue recordemos que requieren rellenar periódicamente un depósito con un aditivo (ver guía de AdBlue). Y que la duración de esos depósitos no siempre coincide con los periodos de mantenimiento del vehículo, con lo cual, esta tarea dependerá del usuario del vehículo. Volkswagen aún no confirma que esta vaya a ser la solución escogida, pero todo apunta a que algunos de los TDI afectados tendrán que recurrir a este sistema.

Por último, hay que tener en cuenta que la planificación de estas soluciones no se hace de la noche a la mañana. Volkswagen tiene que trabajar para determinar si un motor requiere algo más que una revisión de software, contrastar las cifras de emisiones para asegurarse de que, ahora sí, cumple con la normativa de manera legal. Y en el caso de que requiera soluciones más avanzadas, Volkswagen tiene que idear cómo instalar el dispositivo, hacer pruebas para garantizar su buen funcionamiento y asegurarse de que los centros de homologación y las autoridades lo aprueben.

Dicho lo cual, ya no nos extraña que Volkswagen necesite hasta enero para comenzar a revisar los TDI afectados y que las llamadas a revisión puedan prolongarse a lo largo de todo un año. Tampoco nos extraña demasiado que cada vez haya más voces demandando una sustitución completa del vehículo, aunque seguimos pensando que es prematuro para pensar en una solución tan extrema como esta.

Vía: Automotive News
En Diariomotor:

Cargando...