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Prueba de contacto: Opel Zafira 2.0 CDTi 170 CV y 1.6 Turbo 200 CV

Hemos asistido a la presentación del nuevo Opel Zafira 2016 y hemos podido probarlo con las dos motorizaciones más potentes, el 2.0 CDTi de 170 CV (el diésel más potente) y el 1.6 Turbo de 200 CV (el gasolina más potente, aunque inicialmente no estará disponible en España). Después de analizar las impresiones generales del coche en la primera parte de esta prueba, vamos ahora con el comportamiento dinámico y la sensación prestacional que nos han transmitido ambos motores al volante. También podéis cosultar todos los precios del Opel Zafira en nuestro comparador de coches.

Dinámica general del Opel Zafira

La mayoría de los usuarios probablemente se abandonen a la configuración por defecto

El nuevo Opel Zafira cuenta con el ya conocido sistema de conducción adaptativa FlexRide, que permite regular el tarado de los amortiguadores, la respuesta de la dirección y del acelerador entre tres modos diferentes de conducción: Sport, Normal y Touring. Las dos unidades probadas contaban con este sistema, por lo que no podemos hacer una comparación con el tarado fijo de una unidad que no sea tope de gama.

Lo más perceptible del FlexRide es el cambio en el tarado de amortiguadores. En modo normal resulta un coche tirando a cómodo aunque bien plantado en la carretera tanto en recta como en curva, por lo que la mayoría de los usuarios probablemente se abandonen para siempre a la configuración por defecto.

En modo Touring se produce una sensación de flotación sobre el asfalto muy agradable para viajar en línea recta. Este modo tiene bastante sentido desde mi punto de vista, y confiere al Zafira un nivel de comodidad sin parangón en la categoría, aunque esta desconexión con el asfalto se traduce en una sensación algo difusa al volante que en curvas nos invita a desconectarlo.

Una vez en marcha se percibe como un coche muy grande

En modo Sport, la respuesta al acelerador se produce mucho antes, dando una falsa sensación prestacional al pisarle, al tiempo que la amortiguación se vuelve bastante más firme. Puesto que no es un coche de carreras y no invita en absoluto a ir «de tramo» por el mundo (ni siquiera en las versiones más potentes, como veremos a continuación) este modo es quizás el más extraño. No le va nada al coche.

Por lo demás, a pesar de la dureza variable de la dirección, ésta carece de verdadero feedback (como era de esperar y como ocurre en la práctica totalidad de sus rivales) por lo que el coche nos invita en todo momento a una conducción relajada. Una vez en marcha se percibe como un coche muy grande, incluso con los motores más potentes y a pesar de inclinar poco en las curvas.

Opel Zafira 2.0 CDTi 170 CV

El tacto de este diésel es muy adecuado para el coche

El motor diésel más potente es posiblemente el más recomendable para el nuevo Zafira. Es verdad que existen opciones más económicas tanto en precio como en consumo, pero dado el volumen del coche os puedo asegurar que le vienen bien cada uno de los 170 CV que desarrolla este propulsor.

El tacto de este diésel es muy adecuado para el coche. Con 400 Nm de par máximo, empuja con fuerza desde aproximadamente las 1.800 rpm, con un sonido amortiguado pero perceptiblemente diésel y llega en buenas condiciones hasta unas 3.000 rpm o poco más, momento en el que el sonido ya se vuelve feo del todo y el empuje languidece en busca de la siguiente relación del cambio.

No se percibe en ningún momento como un coche prestacional

No es un margen muy amplio, pero es justo el que vamos a necesitar para un rodar tranquilos con buena respuesta y en relativo silencio. Un coche familiar de este tipo hay que comprarlo y conducirlo como lo que es: lo menos deportivo sobre la faz de la tierra, pero capaz de mantener cruceros constantes hasta el infinito con un consumo contenido (homologa una media de 4,9 l/100km que en el mundo real serán más bien unos 6).

A pesar de que la cifra de potencia parece abultada, no se percibe en ningún momento como un coche prestacional. No es uno de esos coches que disimulan su tamaño al volante.

Opel Zafira 1.6 Turbo 200 CV

El tamaño del Zafira se encarga de dar trabajo a cada uno de esos caballos hasta disimular en gran parte su poderío

La joya de la corona podría considerarse este motor 1.6 de gasolina con 200 CV a nuestra disposición. Es una cifra notable, y poco corriente en el segmento, pero una vez más el tamaño del Zafira se encarga de dar trabajo a cada uno de esos caballos hasta disimular en gran parte su poderío.

Este motor podría considerarse el más apetecible para aquellos padres de familia que no quieren renunciar a cierta diversión al volante, y es cierto que bien exprimido sí que empuja con ganas, pero veo un problema de adecuación entre coche y motor que va a ser difícil de obviar.

Únicamente llevándolo al límite vamos a percibir un extra de «punch» que la mayoría de los conductores no se atreverán ni a explorar

La cuestión es que este 1.6 tiene una entrega de potencia bastante acentuada en la parte alta del cuentavueltas. Eso significa que para que ande de verdad tendremos que adentrarnos en las 5.000 – 6.000 rpm, que es más o menos lo contrario de lo que el coche necesita.

El par a medio régimen, que es lo que define la respuesta en circunstancias normales, es suficiente para mover el coche con soltura pero claramente inferior al de su hermano diésel. El resultado es que echaremos de menos el empuje del 2.0 CDTi en la mayoría de las ocasiones y únicamente llevándolo al límite vamos a percibir un extra de «punch» que la mayoría de los conductores no se atreverán ni a explorar.

Teniendo en cuenta que el consumo se va a disparar a poco que le exijamos y que el precio de ambas versiones va a ser muy similar (si finalmente llega a España este turbo de 200 CV) me atrevería a decir que es una versión bastante prescincible, al verse superada por su homólogo diésel en términos económicos y prácticos.

Conclusiones

El diésel de 170 CV se adapta mucho mejor a la filosofía del coche

Cada vez soy más partidario de las mecánicas de gasolina por su suavidad de funcionamiento y creciente economía de mantenimiento, pero en el caso del nuevo Opel Zafira he de reconocer que el diésel de 170 CV se adapta mucho mejor a la filosofía del coche.

El turbo de gasolina con 200 CV es más silencioso y progresivo, pero para sacar esa ventaja de potencia tendremos que adentrarnos en una zona del cuentavueltas que este pequeño autobús de 7 plazas no invita a utilizar. Su comportamiento no es deportivo ni siquiera en el modo Sport, por lo que este motor encajará mejor en un coche más pequeño, ligero y ágil.

Si te gusta el Zafira y salvo que hagas muy pocos kilómetros al año, el diésel es la respuesta más adecuada.

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