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Curiosidades F1: Las veintiocho ausencias de la Scuderia Ferrari

Con un total de 929 participaciones sobre las 956 carreras puntuables de la historia del Campeonato del Mundo entre 1950 y 2016, Ferrari es la marca que ha tomado parte en más pruebas oficiales de Fórmula 1. Son un total de veintisiete carreras en las que no hubo un Ferrari tomando la salida y veintiocho en las que faltó un coche de la Scuderia Ferrari, el equipo oficial de la marca de Maranello. Para un constructor tan longevo, la historia de sus ausencias es algo apasionante a la par que curioso.

Irónicamente y a pesar de ser reconocida a menudo como la única marca que ha estado involucrada con la Fórmula 1 desde el inicio, lo cierto es que Ferrari no estuvo en el primer gran premio puntuable para el Campeonato del Mundo, faltando en Gran Bretaña en 1950. El motivo fue simplemente económico, al no ponerse de acuerdo con los organizadores en cuanto a la prima de salida que se cobraba en la época. Tampoco compitieron en Francia ese año, al retirar los coches oficiales por razones técnicas tras los entrenamientos libres. Curiosamente Peter Whitehead llevó el coche privado al podio…

A todo esto hay que añadirle las ausencias en diez de las once ediciones de las 500 millas de Indianápolis puntuables para el mundial, con Alberto Ascari compitiendo en 1952 -Johnny Baldwin lo intentó en 1956 pero el coche no se clasificó-. Olvidándonos de la «Indy 500», la siguiente ausencia de Ferrari llegó en el Gran Premio de Gran Bretaña de 1959, cuando una huelga de transporte en Italia les impidió llegar para la carrera. Tampoco estuvieron en el Gran Premio de Estados Unidos de 1960, decidiendo prepararse para el decisivo 1961 al estar el campeonato decidido. Curiosamente en Sebring sí estuvo un Cooper con motor Castelloti -en realidad era Ferrari- con Pete Lovely al volante.

Por motivos más dramáticos volvió Ferrari a perderse la cita de Estados Unidos en 1961, al haber fallecido su piloto Wolfgang von Trips en Italia y estar los títulos decididos a favor de Phil Hill y Ferrari. Ningún motivo para cruzar el Atlántico. Para los italianos, 1962 fue un año complicado, con una huelga de la metalurgia en Italia forzando al equipo a perderse la cita de Francia. A finales de año volverían a faltar de nuevo en Estados Unidos y también en Suráfrica. Habiendo sido una temporada horrible para el equipo, Enzo Ferrari decidió centrar los recursos en trabajar para el año siguiente.

Una nueva huelga de la metalurgia en Italia -que fue apoyada desde Maranello- dejó a Ferrari sin competir en el Gran Premio de Gran Bretaña de 1966, que sí vio un Lotus pintado en Rosso Corsa y un Cooper con motor Ferrari en pista. La última cita del año volvió a quedarse sin presencia de los italianos, frustrados por un año extraño y con cada vez menos recursos. Algo parecido causó su negativa a la hora de competir en el Gran Premio de Suráfrica del año siguiente, algo que iría solo a peor hasta la llegada de FIAT. Pero no todas las ausencias llegaron por razones económicas y en el Gran Premio de Mónaco de 1968, Ferrari se negó a competir por razones de seguridad -Lorenzo Bandini había fallecido allí en 1967-.

El punto más delicado llegó en el Gran Premio de Alemania de 1969, cuando la situación económica de Ferrari se encontraba al borde del abismo. La compra de la marca por parte de FIAT aseguró su futuro y su siguiente ausencia del mundoal no llegó hasta 1973, cuando en un año con pésimos resultados la Scuderia decidió centrar sus recursos en solventar los enormes problemas de competitividad que tenía su diseño del momento. Lo lograron, puesto que en 1974 el coche luchó por el título y en 1975 Niki Lauda se proclamó campeón. Precisamente por el accidente del austríaco en Alemania no se presentó Ferrari al Gran Premio de Austria de 1976.

Este caso fue el último de la historia en el que Ferrari no se inscribió para un Gran Premio, aunque en 1982 ninguno de los dos coches tomó la salida en Bélgica tras el fallecimento de Gilles Villeneuve, retirándose la inscripción de Didier Pironi. Finalmente, en el Gran Premio de Suiza de ese año disputado en Dijon, el único Ferrari inscrito se quedó sin tomar la salida por problemas de salud de Patrick Tambay. Desde entonces -y van más de tres décadas- Ferrari ha tenido coches en todas las carreras. ¡Curiosa anécdota algo más larga de lo habitual!

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