Andrew Wojteczko Autosport, conocido como el equipo AWA, presentó la decoración que tendrá su Chevrolet Corvette Z06 GT3.R número 13 en la próxima edición de las 24 Horas de Le Mans, lo que representa su debut en la gran cita de la resistencia. El acostumbrado color negro con líneas doradas que identifica al coche en el Campeonato IMSA Sportscar, dará paso a un esquema rojo con detalles en blanco y hojas de arce. Como se advierte, la bandera canadiense será la inspiración y es que AWA rendirá homenaje a su tradición y herencia en Le Mans y para ello van a competir con tal diseño patriótico.
Instalados en Francia, AWA recibirá el apoyo de la estructura TF Sport, el socio de Corvette Racing en el WEC, así que serán tres unidades del coche ícono estadounidense que estarán en la clase LMGT3. AWA llega a las 24 Horas de Le Mans producto de una invitación, el piloto de calificación Bronce Orey Fidani se hizo acreedor de premio Bob Akin el año pasado en la IMSA, así que estará en la parrilla junto a Matt Bell y Lars Kern, ambos con calificación Plata. Si bien es una alineación sin mayor experiencia en esta competición, el estar allí y aspirar un buen resultado es suficiente motivación para realizar un buen trabajo.
A simple vista, la decoración es atractiva, la hoja de arce aparece en el capó, el techo y la zona posterior. Este mismo chasis rodó en una prueba realizada en el circuito Canadian Tire Motorsport Park antes de ser trasladado hasta Reino Unido para ser acondicionado según el reglamento técnico que se aplica en el WEC. No es la misma unidad con el que el equipo ganó, en la clase GTD, las 24 Horas de Daytona a inicios de este año ya que ese coche fue retirado de las pistas y pasado a la colección personal de Andrew Wojteczko
En palabras de Orey Fidani:
Esto es más que una carrera para nosotros; es una oportunidad de representar a nuestro país ante el mundo. Llevar los colores de Canadá en Le Mans es un honor increíble y nos esforzaremos al máximo para que nuestros compatriotas canadienses se sientan orgullosos. No habrá sensación comparable a ver esa hoja de arce bajando por la recta de Mulsanne a más de 300 km/h.
