Esperar del Gran Premio de Mónaco un enorme baile de posiciones es no conocer cómo se desarrolla una de las carreras más importantes de la temporada del Gran Circo. Sin embargo, y sobre todo con la nueva normativa estrenada este año que obligaba a cada piloto a detenerse en dos ocasiones, cierto halo de misterio envolvía el domingo monegasco, que al final ha entregado suerte dispar para los pilotos españoles. Fernando Alonso, con una posición en los puntos casi asegurada, acabó fuera de carrera con problemas técnicos, mientras dicha retirada ayudó a Carlos Sainz a llevarse el último punto de la carrera con una décima posición que el equipo Williams tuvo que pelear tanto en pista como en el muro de boxes.
Tras una movida sesión clasificatoria del sábado, los pilotos españoles se planteban un domingo con el objetivo de sumar el mayor número de puntos posibles en una carrera extraña al contar con la obligatoriedad de parar dos veces en boxes por lo menos. Finalmente, el orden de parrilla tenía a Fernando Alonso sexto tras la penalización a Lewis Hamilton, mientras Carlos Sainz quedaba en una poco halagüeña undécima posición que le complicaba la vida en un domingo en el que recuperar posiciones depende más de la oportunidad y la posición en pista que del ritmo de carrera. En ambos casos, tanto Alonso como Sainz optaron por salir con neumáticos duros.
El primer ‘stint’ de la carrera no tuvo historia para ambos pilotos españoles, aguantando hasta encontrar el momento adecuado para pasar por boxes. Alonso realizó su primera parada en la vuelta 17, lo que le supuso volver a pista en séptima posición, tras ser superado por Lewis Hamilton, que fue capaz de realizar un ‘overcut’ para ganar dos posiciones. La segunda parada de Hadjar devolvió a Alonso momentáneamente a la sexta posición, aunque siempre con la expectativa de ver cómo el segundo paso por boxes del piloto de Aston Martin afectaría al desarrollo de su carrera. Sin embargo, problemas en su motor en la vuelta 38 le dejarían fuera de combate y con un nuevo cero en la octava prueba de la temporada, justo en el día en el que las cosas mejor pintaban para romper la mala racha del bicampeón del mundo.
Por su parte, Sainz esperaba mucho más hasta su primer cambio de neumáticos, que solo llegó en la vuelta 50, siendo uno de los últimos pilotos en detenerse… y aprovechando una estrategia increíblemente gestionada por parte de Williams, que tras usar al español de parapeto para que Albon realizara sus paradas, cambió las posiciones entre ambos compañeros de equipo para que el anglotailandés hiciera lo propio con Sainz, que se detuvo por segunda vez en la vuelta 56, manteniéndose en zona de puntos y por delante de Albon, a la espera de que hubiera retorno del favor por parte del madrileño.
Sainz intentó demorar el cambio de orden, pero con suficiente margen de maniobra, desde el muro de boxes le ordenaron a Sainz devolver la posición a Albon, situándose los Williams de forma definitiva en novena y décima posición, con Sainz llevándose el último punto del día. Sin duda, un resultado insuficiente para salir contento del fin de semana, pero una carrera importante para el equipo, que fue capaz de darle la vuelta a una situación muy complicada para acabar sumando puntos con ambos pilotos. Y para los españoles, próxima parada, el Gran Premio de casa, en Barcelona, en una semana.
