La temporada 2020 del Campeonato del Mundo de Fórmula 1 llegó a su fin esta tarde con una carrera en la que Max Verstappen dio la sorpresa batiendo a los Mercedes. Por detrás, la gran historia está en la victoria de McLaren sobre Racing Point en la pelea por el tercer puesto en el Campeonato de Constructores. Para ello, los puntos de sus dos pilotos en la jornada de hoy fueron cruciales ya que le permitieron al equipo de Woking recortar la ventaja con la que contaba Racing Point frente a la última cita. Carlos Sainz en particular tuvo celebración doble, empezando por una carrera sólida que le llevó al sexto puesto en Yas Marina y también en la clasificación general y acabando con el éxito de su ya ex-equipo.
Carlos Sainz partía desde la sexta posición en parrilla en un fin de semana en el que el McLaren MCL35 se mostró competitivo de entrada aunque también ayudado por las ‘deficiencias’ de sus rivales habituales de Racing Point y Renault, lo que junto a sus propios méritos presentaba una situación en la que Lando Norris era cuarto en parrilla. En el momento de la salida, el británico mantuvo su cuarto puesto mientras el español hacía lo propio con la sexta posición. No pasaron muchas vueltas hasta que los McLaren empezaron a ir ‘en formación’ tras ser superado Norris por Albon, algo que no le interesaba a Sainz ya que en juego estaba la sexta posición de la general.
En cuanto a la carrera en sí, no hubo tampoco una gran historia aquí como en ningún punto de la misma. La prueba fue bastante estática y quizás lo más interesante fueron los detalles de calidad que pudo dejar Sainz en momentos concretos, como los adelantamientos a Leclerc y a Vettel incluso cuando su situación de neumáticos le era propicia. Aún así, ver como Sainz peleaba con el que será su compañero de equipo a partir de 2021 y al hombre al que reemplaza (a su vez, el piloto que ocupó el sitio de Fernando Alonso en Maranello) tenía su aliciente… aunque la máquina de este se ha mostrado en 2020 más competitiva que la ‘rossa’.
Durante buena parte de carrera, Sainz rodó en una séptima posición ‘ficticia’ ya que por delante estaba Ricciardo con una estrategia distinta que le vio pasar por boxes muy tarde. De esta forma, el español acabó volviendo a asentarse en una sexta posición que en esta ocasión fue más que justa y merecida con buen ritmo pero en tierra de nadie la mayoría de tiempo en pista. En cualquier caso, quizás más importante fue la propia experiencia de un Sainz que se despide de la que ha sido su casa a lo largo de los últimos dos años para repetir el trayecto de Fernando Alonso: desde Faenza hasta Enstone para luego acabar en Woking… y volver a Italia con destino a Maranello.
Al final, el resultado deja a Sainz y a Albon empatados a puntos por el sexto puesto de la clasificación general, aunque el segundo del español en el Gran Premio de Italia hace que la balanza se incline finalmente del lado de Carlos. Más allá de los problemas del anglotailandés, el hecho de empatar llevando un McLaren con un piloto de Red Bull le da mérito a la temporada realizada por el madrileño, parte crucial en la lucha por la tercera posición del Campeonato del Mundo de Constructores para McLaren. En ese sentido, es importante recordar el relativamente endeble inicio de temporada de un Sainz que estaba por detrás de Norris pero que al final se impuso para demostrar que su salto a Ferrari es más que legítimo… más allá de lo que se pueda esperar de los de Maranello. La próxima vez que se suba a un coche de Fórmula 1, Sainz lo hará ya de color rojo.
