Imola, circuito ligado con una de las exhibiciones de defensa más importantes realizadas por Fernando Alonso en sus temporadas de lucha con Michael Schumacher, también ha sido testigo de la primera gran decepción de este 2024 para los aficionados del talento asturiano. Todo vino antes de la clasificación. El accidente del piloto de Aston Martin en Rivazza, durante la FP3, además de obligar la salida de la bandera roja y el paso de Alonso por el Centro Médico para certificar que todo estuviera bien, también supuso importantes daños en el AMR24 que iban más allá de lo que se podía ver a primera vista.
Si bien parecía la suspensión trasera izquierda dañada, rasguños en el pontón y parte del suelo roto, serían los principales quebraderos de cabeza para la escudería británica. El trajín que tenían en el equipo a veinte minutos del inicio de la clasificación ya parecía anticipar que habían tenido los mecánicos algo más de trabajo del esperado. Sería el propio embajador de Aston Martin, Pedro Martínez de la Rosa el que confirmaba que se había producido precisamente un cambio de motor como forma de estar seguros de que no habría ningún problema mecánico de cara a la importante sesión de clasificación.
En un trazado como Imola, esto era incluso más importante, ya que la dificultad que supone adelantar en el Autódromo Enzo e Dino Ferrari es siempre manifiesta y precisamente fue clave en aquel duelo entre Alonso y Schumacher antes recordado y que un año más tarde el germano consiguió dar la respuesta en el mismo lugar. Esta vez la situación iba a ser muy distinta y el Aston Martin de Fernando Alonso estaba lejos de ser competitivo en la Q1.
No, no ha sido fácil la jornada, ha sido poco productiva ya que me faltaban las vueltas de la mañana y luego en la Q1 hemos puesto gasolina para toda la tanda, con varios pit-stops para darme más oportunidades de dar vueltas. Cuando puse el primer tiempo iba muy cargado de gasolina, y cuando he ido a por el último intento ya más ligero me llamó el equipo y me dijeron que parase porque vieron algo, que aún no sé qué es, he repreguntado si estaban seguros para tener esa vuelta final con la que hubiera podido entrar en la Q2, pero han insistido en box, box – Fernando Alonso
Fernando iba a tener una salida de pista en Tamburello, de la cual conseguía escapar sin mayores problemas después de haber pasado por la grava. En Aston habían cargado de combustible el AMR24 para hacer la Q1 e ir parando en boxes para hacer algunos ajustes al restañado monoplaza, sin embargo, no hubo oportunidad para seguir creciendo. El último intento se vio rápidamente abortado por el mensaje de radio desde el muro de boxes de que había alguna lectura extraña y que no merecía la pena seguir arriesgando después de un primer sector que tampoco fue competitivo.
A una parada y siendo en Imola, considerado uno de los trazados más complejos para las remontadas, las opciones que se marca Fernando Alonso de escalar son reducidas tal y como reconocía en el corralito: “es el segundo circuito más complicado para adelantar tras Mónaco, hasta Singapur es menos complicado, por eso no espero nada, acabar la carrera, irme a casa y pensar en Mónaco, saliendo en última fila será muy muy difícil, uno de esos días en los que todo sale al revés, con el accidente de la FP3 y una clasificación que no ha sido fácil, y hay que aceptarlo también”.
