Ferrari se luce con la presentación del SF23 de Charles Leclerc y Carlos Sainz

Cada pretemporada suele haber un día que está especialmente marcado en el calendario. Ya la pasada semana Ferrari adelantó el nombre de su nuevo monoplaza y, este 14 de febrero, San Valentín, sería el día elegido para presentar ese SF23 con el que la Scuderia quiere regresar a algo más que a luchar por las victorias. Los italianos tienen una oportunidad que no pueden desperdiciar a la hora de dar caza a Red Bull Racing después de la sanción aplicada a los de Milton Keynes, pero también deberán mantenerse muy atentos a la evolución de una Mercedes-AMG F1 que ya terminó 2022 dando mucha guerra.

Con la estabilidad en cuanto a los pilotos al retener a Carlos Sainz y Charles Leclerc, sumado a la marcha de Mattia Binotto y la llegada de Fréderic Vasseur procedente de Sauber, la formación italiana no parece tener muchos más departamentos que ‘alterar’ antes de plantearse una gran revolución en caso de que los resultados sigan sin darse. La espera ya está siendo demasiado larga desde el último título de pilotos y el de constructores, y lejos ya de hablar de una década de sequía, la temporalidad sigue aumentando.

La de 2022 fue una campaña que reflejó a la perfección los actuales vaivenes que ha sufrido la Scuderia durante estos años, con un inicio prometedor que les permitió consolidar una gran ventaja por los problemas de fiabilidad del RB18, sumado a un duelo mano a mano en el que los de Maranello terminaron por ceder su posición de fuerza cuando llegaron los meses clave, precisamente antes del parón veraniego. El regreso de las vacaciones no estuvo a la altura y lejos de acortar la diferencia conseguida por sus rivales, se encontraron peleando con una Mercedes-AMG F1 venida desde atrás que finalmente le puso las cosas difíciles en la lucha por los subcampeonatos.

En total fueron cuatro victorias, todas ellas conseguidas en los 11 primeros Grandes Premios. Una hoja en blanco que se extendió desde el Gran Premio de Austria hasta el final del calendario y el estreno de Carlos Sainz como uno de los pilotos que han conseguido ganar una carrera del Campeonato del Mundo de Fórmula 1 que no dejaron a nadie satisfecho dentro del equipo, mucho menos a los tifosi que se habían ilusionado con volver a ver al cavallino rampante campeonar.

Precisamente frente a un grupo bastante importante de aficionados deseosos de ver esta nueva era del equipo, la presentación de Ferrari ha estado repleta de colorido, música, vítores y sin duda se ha convertido en la más amena de las que se habían visto hasta ahora, cuando apenas restan la de Mercedes mañana y la de Alpine el próximo jueves. Ágil, divertida y con mucha participacion de los espectadores y de los pilotos, así como del embajador, Marc Gené, Robert Shwartzman, Davide Rigon, Antonio Giovinazzi, así como las pilotos de la Academia, Maya Weug y Aurelia Nobels.

Una vez que llegó el momento de ver el SF-23 ya se pudo ver que precisamente Ferrari también ha optado por dejar algunas secciones con la fibra de carbono expuesta, especialmente en los laterales y en el alerón trasero. Primero fue en formato vídeo y después , el coche terminó por salir sobre el asfalto del Circuito de Fiorano para hacer el shakedown/filming day frente a todos los aficionados. Un piloto daría dos vueltas y el otro daría tres. Vasseur, al estilo Jean Todt tiró la moneda al aire y eligió que Leclerc sería el primero en rodar, pero que sería Sainz el que haría los tres giros.

Y finalmente se pudo ver el monoplaza sobre la pista. Leclerc primero y después Sainz, antes de que el madrileño le dejara algún que otro recadito a Charles a través de la radio que sirvió incluso para hacer más entretenida esta primera exhibición, con Carlos incluso revelando el mote cariñoso que le da a su compañero de equipo, ‘Lord Perceval’, ya que el nombre completo del monegasco no es otro que el de Charles Marc Hervé Perceval Leclerc.

En cuanto al monoplaza en sí, se han podido ver numerosos cambios en prácticamente todas las áreas, aunque Gené ha recalcado que se trata de una evolución ya que las normas no han cambiado tanto este año como para pensar en ir un paso más allá. Tanto la zona de los pontones como el ala delantera (un morro más corto y chato) son en las que más cambios se pueden apreciar, especialmente en la parte superior de los laterales, donde el capó motor ha sido rediseñado y con varios volúmenes, deja ver que se han modificado las disposiciones de las rejillas y se ha introducido algún winglet detrás del reposacabezas. Incluso el soporte de los retrovisores muestra de pasada la creación de unos generadores de vórtices que demuestran que el trabajo en el túnel del viento y en las simulaciones ha sido minucioso.