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Jaguar celebra su nuevo compromiso con la Fórmula E con un doblete en Mónaco

Ha sido cuanto menos una carrera atípica en el Circuito de Mónaco. La Fórmula E ha celebrado este mediodía su octava cita de la temporada, con un final en el que Jaguar ha celebrado la confirmación de esta semana de que seguirán en el Campeonato del Mundo eléctrico al menos hasta 2030 con un espectacular doblete en las calles del principado. Sin duda fue la redención perfecta porque sólo unas horas antes parecían haber desperdiciado su vitola de favoritos en la clasificación.

Pascal Wehrlein iba a conseguir salir primero en parrilla después de que los Jaguar cometieran un error en sus respectivas semifinales (Mitch Evans se fue largo en la Nouvelle Chicane, mientras que Cassidy se equivocó en la zona de la piscina) que dejó al germano, actualmente líder del Mundial, un paso por delante del resto consiguiendo ganar el duelo final.

Vistazo dinámico a la parrilla de salida del ePrix de Mónaco, con monoplazas en plena competición.

Mientras tanto, el debutante, Taylor Barnard, no lo hizo del todo mal, a pesar de que se quedó a 1 segundo y siete décimas del crono referencia realizado por Vandoorne en la fase de grupos, 1:30.593, muy lejos de las referencias más rápidas del año pasado seguramente por el estado del asfalto, muy afectado por las lluvias caídas durante toda la noche y parte de la mañana. Bernard tuvo que competir para McLaren después de que, en los entrenamientos libres, Sam Bird tuviera un accidente en Sainte Devote en el que se fracturó la mano, una situación similar a la que afectó el año pasado a Daniel Ricciardo en Zandvoort o la de Robin Frijns en el ePrix de México.

La carrera por su parte fue mucho más estratégica que lo que habíamos visto hace unos años, cuando el ePrix de Mónaco de 2021 nos dejó el que sin duda ha sido una de las mejores carreras de una Fórmula E que cumple este 2023-24 su décima temporada. De nuevo una primera fase muy estratégica de carrera, algo ya tradicional en el campeonato debido a la necesidad de gestionar la energía disponible con la que cuenta cada piloto para cubrir toda la prueba.

Monoplaza Mahindra en acción en el ePrix de Mónaco, velocidad y tecnología eléctrica.

Sin embargo, al contrario que lo ocurrido en Misano hace unas semanas, aquí no había prácticamente margen para el adelantamiento, por lo que volvimos a ver un buen rosario de golpes, alerones descolgados y un arranque en el que pilotos favoritos a pelear por las primeras posiciones como de Vries, Buemi, Da Costa o Jake Dennis tenían sus primeros contactos. No tardó en darse el primer periodo de coche de seguridad después de que Edoardo Mortara se estrellara en la chicane de la piscina, saliendo el piloto helvético ileso del percance.

Eran momentos de mucha tensión y cualquier descuido se pagó caro, con Jake Hughes llevándose un golpe con el coche que le precedía precisamente cuando se comunicaba la salida del Safety Car. A partir de ahí, la carrera prácticamente se alineó, con la mayoría de los pilotos de las principales formaciones colocándose por parejas en las posiciones de cabeza, siendo los dos Jaguar de Evans y de Cassidy los que se escaparon en cabeza haciendo un trabajo en equipo magnífico, en el que Cassidy se encargó de frenar al pelotón mientras que Evans abrió hueco sin tener que hacer un derroche excesivo de energía.

Monoplaza de la Formula E negociando la icónica chicane monaguesca.

También en las plazas traseras veríamos esa labor de compañeros, con los pilotos de DS Automobiles (también compañeros en Peugeot en el WEC), Stoffel Vandoorne y Jean-Éric Vergne poniéndose de acuerdo para dejarse pasar en determinados puntos del circuito para que el otro piloto hiciera de nuevo tapón y poder activar así el Attack Mode sin ceder puestos en la clasificación.

La carrera parecía que iba a llegar a las últimas vueltas con cierto margen para las sorpresas, pero un accidente de Nico Müller en La Rascasse tras ser golpeado por Jake Hughes (a posteriori penalizado con cinco segundos) terminó por sentenciar este ePrix de Mónaco en favor de Mitch Evans, seguido de Cassidy y de los dos DS, con Stoffel  Vandoorne por delante de Vergne, mientras que Pascal Wehrlein terminó por delante de un Rowland que se lanzó a adelantar en los compases finales a un Da Costa que no pudo conservar la sexta plaza, rompiéndose de esta forma ese extraño emparejamiento que se ha dado en Mónaco, ya que Sacha Fenestraz, el otro piloto de Nissan llegó octavo y rodaba detrás del británico hasta que este superó al portugués.

Monoplaza Porsche en acción durante el ePrix de Mónaco, curva cerrada con publicidad visible.

Noveno y décimo terminarían Max Günther y Norman Nato, mientras que Jake Dennis ha dado un paso atrás en la lucha por el título al haber sido 20º, último piloto clasificado tras haber tenido que pasar por el pit-lane para cambiar el morro. Pascal Wehrlein sigue al frente de la clasificación con 102 puntos, mientras que Cassidy ocupa el segundo lugar con 95 puntos, con Dennis seis puntos más atrás y ahora tercero. Sólo hay 14 puntos de separación entre el primero y el cuarto, mientras que Jaguar TCS Racing encabeza la clasificación de equipos con 172 puntos, frente a 128 de TAG Heuer Porsche.

En dos semanas se disputarán la novena y la décima prueba en Berlín, en el circuito del antiguo aeropuerto de Tempelhof.

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