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Mikel Azcona, el presente y futuro del turismo español

En un país como España dónde el automovilismo no goza de una inversión desmesurada y en el que el motociclismo se lleva la mayoría de portadas por tradición, emoción, escuela y patrimonio, disponer de jóvenes pilotos de cuatro ruedas se va convirtiendo poco a poco en un lujo. Es normal que la pirámide del motorsport se coma a varios integrantes por el camino, en especial si proceden de regiones con pobre vinculación al deporte o sin un escenario dónde poder practicar el mismo de forma habitual. El coste de un circuito de velocidad implica la introducción de capital privado y público en un proyecto que no suele dar beneficios a corto plazo.

El caso del pilotaje sigue los mismos pasos, ya que la mayoría de los que ascienden se acaban encontrando con un muro económico habitualmente insalvable. Es por eso que la tarea de Cupra y de varios equipos pequeños es vital para que el automovilismo tenga algún exponente en España más allá de la Fórmula 1. La marca deportiva de SEAT es una de las principales escuelas de cuatro ruedas y una de las principales marcas del TCR, ese concepto exitoso que ha salvado el mundo del turismo por un tiempo. Y además de contar con Pepe Oriola como piloto insignia, se ha intentado dar apoyo a otros talentos que ascienden en el escalafón.

Ahí es donde entra en acción la figura de Mikel Azcona, una de las jóvenes promesas del automovilismo español que acabó de consolidarse este pasado fin de semana. El navarro se proclamó campeón del TCR Europa en la primera edición del certamen como campeonato independiente y pudo celebrar el título con todos sus familiares, que invadieron el pit lane del Circuit de Barcelona-Catalunya nada más conocerse su proclamación. «Estoy súper contento, es increíble ser campeón de Europa en casa con toda mi gente apoyándome. Ahora toca celebrarlo con ellos y con los patrocinadores», dijo Azcona en declaraciones a Diariomotor Competición.

Un quinto y un octavo lugar fueron suficiente para que el piloto de Falces obtuviese el título con comodidad, alejado de las problemáticas de sus rivales Jean-Karl Vernay y Dusan Borkovic. «El fin de semana ha sido bueno, sabíamos que en Montmeló lo tendríamos más fácil porque conocemos más el circuito de casa, veníamos motivados y con muchas ganas de hacerlo bien». Este es el primer trofeo de la trayectoria profesional de un piloto que venía con mucha fuerza en temporadas precedentes, pero que siempre se quedaba a un paso de la gloria.

Azcona empezó en karting como todos los niños a edad temprana y entró en una generación española talentosa de la cual salieron Alex Palou, Carlos Sainz Jr., Moisés Soriano, Fran Rueda, Alex Riberas, Alex Toril, Jordi Oriola y Javier Cobián, entre otros. Su única partipación internacional le vio coincidir con Charles Leclerc, Esteban Ocon, Ben Barnicoat, Dorian Boccolacci y Jehan Daruvala. Pero el navarro evitó los monoplazas y comenzó a competir en coches en esa cantera infravalorada que es la Copa Clio nacional, de la que llegó a ser subcampeón.

Ya empezó bien el aspecto internacional cuando se proclamó subcampeón de la Eurocopa Clio en su primera temporada, solo por detrás del prestigioso Óscar Nogués. De ahí saltó a la Eurocopa Seat León, dónde debutó con victoria en 2015 (acabó tercero) y fue subcampeón en 2016 después de una lucha apretada con Niels Langeveld. En ambas ocasiones llegó a la cita decisiva en Montmeló con opciones de título, siempre con la confianza del equipo local PCR Sport. Azcona se desvió en el mundo de los turismos en 2017 y realizó la Copa Audi Sport TT, telonera del DTM dónde también consiguió el subcampeonato.

El siguiente paso era consolidar el proyecto deportivo y para ello aprovechó la oportunidad del nuevo campeonato europeo de TCR. «Creíamos que el TCR Europa sería un campeonato que nos podría ayudar a dar el salto a un certamen más importante», explica un Azcona que se ha coronado de manera calculada. Si bien obtuvo múltiples victorias en tres de las cuatro campañas precedentes (incluyendo cuatro en 2016 y seis en 2017), el navarro ha obtenido el título europeo con una gran regularidad. Le ha bastado un triunfo y cinco podios, aprovechando la irregularidad de Attila Tassi y Josh Files, las polémicas de Borkovic y la ausencia y falta de claridad de Vernay para imponerse a todos ellos.

Ya con un trofeo importante bajo el brazo y más prestigio ganado del que ya tenía, Mikel Azcona es un piloto feliz que se ha resarcido. El WTCR sería el siguiente paso lógico y no le faltará apoyo por parte de Cupra, que dispone de la estructura de Campos Racing en el Mundial. Azcona podría hacer equipo con Pepe Oriola, amigo y conocido que le felicitió en Montmeló, aunque prefiere ser prudente y festejar lo logrado en primer lugar. «Me gustaría llegar al WTCR pero ya se verá qué podemos hacer, ahora hay que disfrutar del título europeo. Tengo que darle las gracias a Cupra por el esfuerzo realizado», concluyó un eufórico Azcona.

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Héctor Sagués

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