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Porsche a por la 19ª: la reina de Le Mans llega a hacer historia sin la vitola de favorita

Por primera vez en los últimos años, Porsche se presenta en las 24 Horas de Le Mans sin la vitola de favorito. Prácticamente todo el mundo admite que Toyota GAZOO Racing ha hecho los deberes y que este 2017 puede ser la ocasión definitiva para alzarse con la victoria. En la memoria quedan muchos recuerdos, algunos tan dolorosos como el final de la edición del año pasado o lo ocurrido con Peugeot Sport hace sólo unos años, cuando tras ser líder en varias ocasiones con sus coches, los problemas de fiabilidad terminaron entregando el triunfo en 2010 a Audi Sport.

Sin embargo, nunca se puede descartar a un equipo como Porsche Motorsport. Después de ser ‘derrotados’ en Silvertone y Spa-Francorchamps en las primeras citas del WEC a manos de Toyota, los de Stuttgart regresan a Le Sarthe un año más para tratar de conseguir la 19ª victoria de su historia, 47 años después de haber conseguido la primera, la lograda en 1970. Ningún otro equipo ha conseguido ganar tantas veces como ellos y bajo reglamentos técnicos tan distintos. Son los reyes de Le Mans y es algo que han querido recordar incluso a sólo unos días de la gran cita de la resistencia.

El 919 Hybrid LMP1 se enfrentará al duro reto de tratar de igualar al 936 y 962 C con su tercera victoria, algo reservado para muy pocos, siendo el 956 el que va un paso más allá al lograr cosechar hasta cuatro victorias consecutivas entre 1982 y 1985. Sin embargo, en la historia de Porsche en Le Mans hay otros modelos muy importantes que han pasado a las páginas doradas del libro de éxito de la marca teutona.

Con el Porsche 917 KH comenzó todo. Los ingenieros de Porsche se propusieron crear un prototipo que aunase potencia y ligereza. La primera parte se la aseguro con un espectacular motor de 12 cilindros bóxer de 4.5 litros. Primero en su versión cola corta y posteriormente, en 1971, en la Langheck (opción que entregaba más carga aerodinámica, especialmente en la parte trasera), fue además protagonista de la recordada película ‘Le Mans’ en la que el añorado Steve McQueen se ponía a su volante. Finalmente fue el KH el que consiguió los triunfos en 1970 y 1971 (en esta ocasión montaba un motor de 4.9 litros y 600 CV), pasando a la historia como el precursor de todos los éxitos que llegarían posteriormente.

Habría que esperar un lustro para repetir victorias. Sería en 1976, ya con el recién estrenado Porsche 936 que montaba el motor del 935 Grupo 5, un seis cilindros bóxer de 2.142 cc de cilindrada. De él sólo se crearon tres chasis y paradójicamente los tres consiguieron vencer en Le Mans, anotándose los triunfos en el 76, 77 y finalmente en la edición de 1981, algo que haría incluso más grande la leyenda de Jackie Ickx.

Entre medias, el Porsche 935 K3 consiguió alzarse con el triunfo de 1979, años en los que la FIA estableció que los prototipos no puntuaran para el Mundial de Marcas. Los equipos oficiales destinaron sus esfuerzos en el Grupo 5, por lo que Porsche se plantó en Le Sarthe con un GT de competición desarrollado sobre la base del 930 Carrera Turbo con un propulsor bóxer turbo de seis cilindros y 3.0 litros. Fue muy exitoso en el resto de pruebas internacionales de resistencia, pero tuvo que esperar hasta finales de la década de los setenta para ganar el Roland Garros del automovilismo. A pesar de que había muchos prototipos enfrente, los 935 coparon las tres posiciones del podio en 1979,

Llegamos a principios de la década de los ochenta y posiblemente uno de los puntos álgidos de la resistencia. Los Grupo C estaban asombrando a propios y extraños, algo que Porsche se propuso aprovechar para demostrar al mundo de lo que podían ser capaces. Nació el 956 y con él, la marca actualmente del Grupo VAG consiguió cuatro victorias en las cuatro ediciones de las 24 Horas de Le Mans en las que participó. Con su inseparable motor 6 cilindros bóxer turbo de 2.65 litros, se situó en lo más alto de la resistencia gracias a mantener la potencia en torno a los 630 CV con la utilización de consumos muy reducidos. La carrera vio cómo su parrilla se llenaba de los 956 tras la victoria de 1982 de Ickx y Bell, lo que les llevo a completar el Top 8 en la edición de 1983 en un resultado sin precedentes. Las dos ediciones siguientes serían dominadas por los 956 del equipo Joest, mientras que Porsche preparaba el que sería su recambio natural.

El trabajo de nuevo de los diseñadores y técnicos de Porsche fue excelente, proponiendo un prototipo con mayor distancia entre ejes que el 956 y con un mejor reparto de pesos y seguridad. El 962C se proclamó vencedor en 1986, 1987 y 1994, aunque esta última tuvo algo de ‘trampa’ ya que fue el preparador Dauer Racing el que realizó una versión de calle del vehículo que se homologó como GT1 y que daría a la postre a Porsche su 13ª victoria en Le Mans. Si sus números en la cita francesa fueron impresionantes, los resultados conseguidos al otro lado del charco fueron casi igual de deslumbrantes, con cuatro victorias en las 24 Horas de Daytona y otras cuatro en las 12 Horas de Sebring.

La última década del Siglo XXI tampoco se podría resistir. Con los Grupo C ya extinguidos, Porsche se dedicó a preparar sus vehículos para las categorías GT1 y GT2, mientras que, a su vez, con la colaboración de TWR, preparó un prototipo de la clase LMP1 Con motor bóxer de seis cilindros biturbo refrigerado por agua. De nuevo en manos de Joest Racing, se anotaron las victorias de 1996 y 1997, la primera de ellas con Alexander Wurz al volante de la unidad, mientras que la segunda significaría el estreno de leyenda viva de la carrera, Tom Kristensen, Mr. Le Mans.

Antes de cerrar el círculo con el 919 Hybrid, el prototipo que fue capaz de destronar a Audi, el Porsche 911 GT1 se anotó una victoria más, la de 1998, con lo que en aquel momento pareció un sacrilegio: el primer 911 con motor central, algo que se ha vuelto a reproducir con el actual 911 RSR de la categoría GTE, casi dos décadas después. El propulsor no era otro que una evolución del 6 cilindros bóxer utilizado por el 962C, algo que le dotó de la fiabilidad necesaria para aguantar la dureza de una edición que se fue cobrando muchas víctimas. McNish, Aiello y Ortelli llevaron al 911 GT1 #26 hasta la victoria, la 16ª de la historia de Porsche en las 24 Horas de Le Mans y la última antes de anunciar que se retiraban como equipo oficial. ¿Celebrarán este año la decimonovena?

 

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