Al completar su sesión de pruebas en el circuito de Mugello, al volante de un Haas VF-23, Romain Grosjean admitió que muchas sensaciones le invadieron. El último recuerdo que se llevó de la Fórmula 1 resultó muy amargo, tan traumático que durante cinco años mantuvo entre sus pensamientos el deseo de cerrar un ciclo que quedó inconcluso puesto que su retiro fue forzado, cuando se recuperó de sus heridas tras el Gran Premio de Bahréin, el piloto francés no fue requerido por otra escudería y en Haas F1 no se le concedió un trato que le dejara satisfecho. Pero la vida da muchas vueltas y el día de ayer pudo al fin disfrutar de esos momentos que se truncaron, pilotar un Fórmula 1 mientras deja fluir sus sentimientos, el momento de la despedida llegó algo tarde, pero de igual manera le permitió liberarse de una gran carga emocional.
Tras culminar las pruebas de desarrollo de neumáticos pautadas por Pirelli, y en medio de un clima lluvioso, era el turno de Grosjean, quien volvió a utilizar la indumentaria que distingue a los pilotos de Haas F1 y subió al monoplaza para salir a la pista. Para esta ocasión lució el casco que durante años estuvo guardando porque la decoración fue diseñada por sus hijos a los cuales les prometió que utilizaría el día de su retiro en la Fórmula 1. El piloto pensó que utilizaría aquel casco en una sesión que había propuesto Toto Wolff en nombre de la escudería Mercedes, pero el evento no se pudo realizar por efectos de la pandemia mundial. Ahora sí pudo cumplir lo prometido, aunque con dibujos actualizados. No solamente el gesto de Haas F1 removió los sentimientos de Grosjean puesto que tras realizar una tanda de vueltas, al ingresar a boxes, el personal de Red Bull, Pirelli, Ferrari y Haas F1 se alineó para rendirle homenaje en forma de aplausos, gesto que volvió a desatar el carrusel emocional que experimentó durante la jornada.
Luego de bajar del monoplaza, y permitir que James Hinchcliffe también disfrutara de pilotar un Fórmula 1, Grosjean declaró que por fin puede estar tranquilo porque puede cambiar aquel recuerdo de su accidente en Bahréin por este otro, un día fantástico e inolvidable que le ha permitido reencontrarse a sí mismo. Aquella última vez a bordo de un monoplaza de la máxima categoría ha quedado atrás, ahora siente un gran alivio y agradece a Gene Haas y a Ayao Komatsu por considerarlo, por hacer realidad este anhelo que ha guardado durante tanto tiempo y que llegó a pensar que nunca se realizaría. También resultó conmovedor reencontrarse con buena parte del personal de Haas F1 que estuvo junto a él durante su pasantía por la escudería estadounidense.
Se espera que para las próximas pruebas TPC, el equipo Haas F1 utilice a Sho Tsuboi, actual campeón de la Súper Fórmula japonesa y piloto que cuenta con el respaldo de Toyota.
En palabras de Romain Grosjean:
La última vez que piloté un coche de F1 no fue una experiencia agradable. Hoy fue todo lo contrario. Pude disfrutar de lo que estos coches pueden hacer. Al principio estaba un poco oxidado, pero luego todo volvió a la normalidad. Incluso me permitieron salir desde parado. Mi última salida fue en Baréin 2020; esta vez fue mucho mejor. Me hicieron llorar al final. En mi vuelta de entrada, todos esteban allí: Ferrari, Red Bull, Pirelli, Haas F1 y aplaudieron. Esperaba algo así en Abu Dabi 2020, Pero hoy quizás fue aún mejor.