A finales del mes pasado, el millonario kuwaití Saad Kassis-Mohamed declaró que había puesto en marcha el retorno de Caterham a la Fórmula 1 para la temporada 2027, financiado por la firma SKM Capital, con una inversión inicial de 280 millones de dólares y una nómina de 300 empleados. Sin embargo, Stefano Domenicali respondió que no hay espacio en la parrilla para un potencial equipo número doce, dejando entrever que solamente reconsideraría su posición si se presenta un fabricante, tal como ocurrió con General Motors en el año 2023, un proyecto con un gran respaldo que debutará la próxima temporada. De resto, el CEO de la Fórmula 1 prefiere mantener a distancia a multimillonarios con deseos de fama.
Argumentó que la presencia de otra escudería en la parrilla de 2027 llevaría la logística y la capacidad operativa hasta el límite, hasta el punto de que muchos circuitos tendrían que ser modificados, sin mencionar el reparto de los premios que suele generar conflictos entre los equipos. El interés de General Motors fue algo distinto porque su planificación inicial se sustenta sobre una agenda inicial de diez años donde se estipula construir su propio motor, además el respaldo de un gran fabricante y la inversión que se ha realizado garantiza un beneficio real para la Fórmula 1, otras iniciativas que se han presentado carecen de tales elementos. Sugiere entonces a los interesados en ingresar a la parrilla que adquieran una escudería, tal como hizo Audi con Sauber, esa sería el único camino, dejando en el aire la posibilidad de que Toyota, en caso de querer competir, asuma el control de Haas F1.
Añadió que la Fórmula 1 debe ser prudente porque si bien actualmente el panorama es muy espléndido, eso puede cambiar, por tal razón es su deber garantizar que el valor de lo que se ha construido se mantenga, de allí que se evalúe el interés de los representantes de fondos de inversiones porque la mayoría solamente busca rentabilidad a corto plazo, el valor de las actuales escuderías ha crecido y eso lleva a pensar en un modelo de negocio, la compra y venta de equipos, que no es bueno para el deporte, por tal razón tanto la FIA como la Fórmula 1 muestran mucha cautela a la hora de evaluar proyectos. El fin es evitar que iniciativas carentes de beneficios lleguen a la parrilla para hacer sus propios negocios sin conceder prioridad a competir y ganar.
En palabras de Stefano Domenicali:
Cuando General Motors se incorporó vimos una inversión significativa con un plan de diez años y creemos que este proyecto puede aportar valor al sistema. Ya lo estamos viendo: están invirtiendo en el mercado estadounidense para promocionar su nueva iniciativa, lo que garantiza un beneficio. Solo consideraremos una oferta significativa, porque creo que ya estamos en un punto donde no hay más espacio, estamos al límite.
Vía Motorsport Total