Primero con el reposacabezas suelto del Gran Premio de Azerbaiyán, y de segundo plato la sustitución de la caja de cambios en el Red Bull Ring que derivó en una penalización en la parrilla de salida. Estos dos incidentes han costado a Hamilton ocho puntos de desventaja contra un Sebastian Vettel que camina «tranquilo» hacia un nuevo título mundial si las cosas no se enderezan. Para Toto Wolff, este año están decepcionando a Lewis Hamilton con estos tropiezos que por otro lado parecen evitables.
Es cierto que a Hamilton parece haberle mirado un tuerto, pero a todos los pilotos les suceden cosas. Al menos, él dispone de un coche lo suficientemente potente como para salir octavo y quedar cuarto, a las puertas del podium, y nadie puede dudar de que Mercedes primero, y él si no flaquea mentalmente, lucharán por el título a final de temporada. Sin embargo, resulta curioso que Toto Wolff salga a decir que están «decepcionando» al inglés, y sobre todo creo que da a entender el entorno protector que necesita Hamilton a su alrededor para rendir al máximo.
[Hamilton] no tendría tanto éxito si no pudiera sentir el dolor tanto como lo hace cuando tiene un mal día. Lo que [le] dije fue que han sido 12 puntos ganados [en Austria], podría haber habido una colisión y la diferencia con Vettel haberse convertido en enorme.
La personalidad de Lewis Hamilton es un misterio para mí. No dudo ni un segundo sobre si tiene instinto, si su carácter es el de un campeón, si puede mantener la cabeza fría en situaciones de gran presión porque ya lo hizo en el pasado. Creo que, en el fondo, esta manera de comportarse (enfados, actitud sombría y distante, quejas constantes en la radio sobre rendimiento del coche o qué hacer) es más su personalidad real que una pose, y estas declaraciones suyas son un ejemplo:
Es importante que las personas que nos están viendo, y también los periodistas, entiendan que han de tener paciencia con nosotros como pilotos. Te entrenas, sacrificas todo para asegurarte de obtener el mejor resultado posible, así que cuando uno no es capaz de rendir, y otras cosas se te ponen en contra, es difícil salir sonriendo y decir cosas como ‘Oh, sí, eso está bien’, porque eso significa que no te importa lo suficiente. Y el hecho es que me importa más que nada, y hay días donde es más doloroso que otros, y otros días difíciles en los que todo es más fácil de manejar y pensar ‘no hay que preocuparse, seguimos adelante’.
¿Pose, o real? Una parte de mí quiere creer que Hamilton solo vive para ganar, y que por eso es tan transparente con sus estados de ánimo. Quizás no es pose, quizás es eso, un piloto incapaz de tener una pose y por eso quizás sus bajones de rendimiento ya conocidos puedan deberse a un sufrimiento real por no haber «concretado el resultado».
Vía | Autosport
