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Del Dakar al hielo. Toyota ayuda a establecer un nuevo récord de velocidad [Vídeo]

Todo tiene que estar perfecto y sumarle un puntito de locura. Los enamorados de la competición y de los coches hemos contado en algún momento de nuestras vidas ese hito en el que Jean-Claude Rude consiguió alcanzar el récord de velocidad en una bicicleta rodando justo detrás de un Porsche 935 Turbo de Le Mans que le sirvió como parapeto. En aquella ocasión fueron 240 km/h y las imágenes se han convertido seguramente en una de las instantáneas más famosas de la historia debido al riesgo y valentía que conseguía plasmar la misma.

Hoy en día, incluso con las nuevas posibilidades tecnológicas, este tipo de configuraciones en la que un deportista emplea un elemento móvil como forma de parapetarse para conseguir unas condiciones de resistencia aerodinámica mínimas siguen siendo las ideales y nos dejan iniciativas como la protagonizada por el neerlandés Kejld Nuis. El Campeón Olímpico de velocidad sobre hielo llevaba meses preparando su intento de instaurar un nuevo récord de velocidad sobre cuchillas y para ello necesitaba un modelo a la altura que le llevara en volandas a conseguirlo… y obviamente, Red Bull se ha prestado a ello, poniendo el material y la pista de hielo natural de 3 kilómetros de largo situada en el lago Savalen, en Noruega.

Se ha contado para este intento con una de las Toyota Hilux V8 T1+ 4×4 de Overdrive para que hiciera de galgo cortavientos, en este caso con la gran promesa del programa de jóvenes talentos del off-road, Seth Quintero, el cual ha tenido su primer contacto con uno de los vehículos de la que ahora es la categoría reina de los rally-raids.

Ese límite de 100 km/h no dejaba de roerme. Estaba literalmente volando sobre el hielo. Cada pequeño bache se sentía como un precipicio. Patinar tan rápido es técnicamente desafiante y requiere precisión. Además, patiné más de 2 km en cada intento, lo que nunca hago en competición. Así que la táctica de hoy fue patinar lo más lejos posible hacia el receptor de viento, de modo que me quedara suficiente energía para hacer la aceleración de 92 km/h a más de 100 km/h. Fue muy duro para mi cuerpo – Kejld Nuis

El resultado es formidable, quizás con una intrahistoria menos satisfactoria como la del Porsche 935, pero lo suficiente como para romper el récord de velocidad existente (en propiedad del propio Nuis) en más de 10 km/h hasta situarlo en un nuevo techo de 103 km/h.

La locura a la que Pescarolo no quería sumarse:

Sabemos que, en el caso de la bici, hubo muchos que se atrevieron a ir mejorando la plusmarca que inicialmente José Meiffret situó por encima de los 200 km/h después de rodar tras un Mercedes 300 SL en 1962. Allan Abbott hizo lo propio poco después en Bonneville rodando tras un Chevrolet y finalmente fue en 1978 cuando Rude, después de hablarlo y convencer a Henri Pescarolo, el que sitúo un récord histórico que sería superado en 2018, al menos sobre suelo europeo. Curiosamente, la intentona de Rude terminó con el neumático trasero reventando debido a que no estaba concebido para dicha exigencia y lo logró salvar de forma estoica sin una caída que pudo ser mortal tal y como reconocía el propio Pescarolo: “Ese fue el final del intento de récord, pero estábamos muy aliviados de que no le pasara nada”. Lamentablemente, Jean-Claude fallecería un año más tarde por un trágico accidente.

En este caso se hace distinción al hablar de Europa ya que fue Neil Campbell el que, ayudado por un Porsche Cayenne Turbo hace cuatro años logró rebajar la plusmarca continental, sin embargo, el récord absoluto sigue siendo para el holandés Fred Rompelberg, el cual ostenta actualmente el registro absoluto de velocidad sobre una bicicleta después de su intento en los Bonneville Flats en 1995, logrando una velocidad de 268,8 kilómetros por hora.

Fotos | Red Bull Content Pool y Porsche

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