Toyota lo ha vuelto a hacer. Cuando todo parecía perdido y el último motor V8 de los japoneses estaba condenado a desaparecer, resulta que la marca tenía un as bajo la manga que ha provocado un auténtico terremoto en la industria. Toyota y Lexus trabajan en un nuevo motor V8, está desarrollado a partir de una de sus mecánicas más prometedoras y además podrá combinarse con tecnología híbrida y quemar e-fuel. ¿Se puede pedir más?
Las claves del nuevo V8 desarrollado por Toyota y Lexus
El lanzamiento de un sucesor para el Lexus LFA por fin se hará realidad en solo unos semanas. El esperado retorno del superdeportivo de Lexus es ya una realidad tal y como ha adelantado el prototipo Lexus Sport Concept desde que debutó en el pasado Goodwood Festival of Speed. Sin embargo este proyeco ha guardado con mucho secretismo su mecánica… hasta ahora.
Toyota y Lexus ya tienen listo su nuevo motor estrella, se trata de un V8 Biturbo y además es compatible con configuraciones híbridas. Esta mecánica lleva años siendo desarrollada, siendo en realidad fruto de la fusión de dos motores 2.0 Turbo G20E, es decir, el último propulsor gasolina creado por Toyota con hasta 400 CV en configuración de calle y hasta 600 CV en su versión de carreras.
Este motor de cuatro cilindros hizo su debut en el espectacular prototipo GR Yaris M Concept que podéis ver sobre estas líneas, dejando muy claro el compromiso del constructor nipón con los motores térmicos, y demostrando al mundo que pretenden seguir apostando por la altas prestaciones bajo las marcas de Lexus, Gazoo Racing e incluso Century.
Esto debemos tomarlo como una declaración de intenciones frente a las grandes firmas alemanas, fabricantes como Mercedes, BMW y el Grupo Volkswagen. Estos tres grandes se han convertido en los mayores defensores de los motores V8 como la receta perfecta para mantener las altas prestaciones y al mismo tiempo comenzar la transición hacia la electrificación. Y ahora, tanto Toyota como Lexus, les plantarán cara de forma directa, aunque con una receta totalmente propia.
Esta mecánica ha sido concebida para disfrutar de un diseño de tipo modular, pudiendo ser adaptada a multitud de configuraciones de propulsión. Toyota ya ha confirmado su compatibilidad con combustibles sintéticos y esquemas híbridos, lo cual abre un inmenso mundo de posibilidades para su uso, siendo la más potente y capaz de todas la que empleará el sucesor del Lexus LFA ya que se especula con una potencia en el entorno de los 800 CV.
En resumidas cuentas, el grupo Toyota tiene entre manos un nuevo diseño de motor que, ya sea en configuración de cuatro y ocho cilindros, va a permitir muchos años de coches deportivos en las calles.
