¿Cuáles son las preocupaciones de los conductores españoles? Esta es la pregunta a la que han querido responder Pons Mobility y BeConfluence con su último estudio. Aunque influye el perfil (particular, autónomo, empresario…) lo cierto es que son varias las inquietudes que comparten. El precio del combustible es una de ellas, ¿y las demás?
Pons Mobility, consultora internacional en normativa y gobernanza en movilidad, se ha unido a BeConfluence, agencia de asuntos públicos y comunicación, para realizar un informe sobre cuáles son las preocupaciones de los ciudadanos y de las empresas “sobre todos los aspectos relacionados con la movilidad”.
Datos de 9,5 millones de personas
Para ello, han analizado las búsquedas, interacciones en redes sociales y visitas a webs que han efectuado 9,5 millones de personas en 2021 y 2022: de los participantes en el estudio, 7,5 millones eran particulares y el resto eran autónomos, dueños o trabajadores de PYMEs, etc. Así es cómo han dado forma a la lista de sus principales miedos sobre movilidad.
Las PYMEs, micropymes y autónomos desvelan que sus principales inquietudes se centran en el precio del combustible y en todo aquello que puede suponer una traba, una restricción o un coste para su actividad. Las dudas que tienen grandes y medianas empresas van en la misma línea.
Las preocupaciones de los conductores particulares
Si centramos el foco en los conductores particulares, los aspectos que más inquietud les generan son más amplios: les preocupa el precio de los carburantes, las restricciones de movilidad en las ciudades, qué tipo de vehículo de comprar, las sanciones administrativas o qué ocurrirá con los vehículos dentro de varios años.
Hay datos en el estudio que llaman la atención. Los ciudadanos no están demasiado preocupados por la sostenibilidad “pese a la masiva presencia de este concepto en el debate lanzado desde instituciones, empresas interesadas y medios de comunicación”. Sólo un 22,9% lo tienen presente en su día a día.
A pesar de que en el escenario urbano su presencia es más que evidente, lo mismo sucede con las opciones que plantea la movilidad alternativa: solamente el 9,9% ha mostrado interés o preocupación por fórmulas como las bicicletas o los patinetes eléctricos.
¿Y qué ocurre con el transporte público? Los ciudadanos también lo incluyen entre sus preocupaciones, aunque se fijan, sobre todo, en los precios (15,9%), en el volumen de usuarios (15,3%), en la falta de servicio entre determinadas localidades (13,5%) o en los servicios nocturnos. Y apuntan, además, que la inseguridad en Cercanías, metro y autobuses es una preocupación en crecimiento.
