En su repaso al segundo trimestre de 2025, CUPRA anunció su decisión de al menos retrasar su posible entrada en el mercado norteamericano. La firma española se apoyaba en el momento tan desafiante que vive la industria automotriz y la incertidumbre creada por la política arancelaria con Asia y Estados Unidos para confirmar que su entrada en el mercado del país de las barras y las estrellas no llegaría antes del año 2030.
Esta situación chocaba evidentemente frente a la estrategia de apertura de fronteras por la que estaban optando en Martorell, buscando en este caso llegar a cada vez más países, algo que quedaba plasmado especialmente con la cada vez mayor cuenta de CUPRA City Garages inaugurados a lo largo y ancho del planeta, comenzando por Turquía y llegando a países como Australia o Reino Unido.
Con la opción de Norteamérica puesta al menos de momento en Stand-By, CUPRA ha aprovechado su paso por el IAA Mobility de Múnich para anunciar que se encuentran estudiando nuevas opciones de aterrizar en el mercado de Oriente Medio, aunque por el momento sin fijarse una fecha objetivo.
“Estoy encantado de anunciar que estamos investigando una posible entrada de CUPRA en el mercado de Oriente Medio”, anunciaba Sven Schuwirth, vicepresidente ejecutivo de Ventas, Marketing y Postventa de CUPRA. “Contamos con pruebas del rendimiento de CUPRA en mercados como Turquía, Israel y la región del norte de África. Los mercados de Oriente Medio ofrecen a CUPRA una oportunidad única: están cerca de Europa y representan una de las economías de más rápido crecimiento en el mundo”.
Con una gama cada vez más compuesta por vehículos de corte premium y claramente diferenciados de los productos de SEAT, la firma española se ha planteado el objetivo de llegar a este nuevo mercado en expansión aprovechando su cercanía al Viejo Continente y una posible adaptación clave de modelos como el CUPRA Tavascan o el Formentor, aprovechando que la presión arancelaria sin duda sería mucho menor que la que afronta el SUV eléctrico en relación a Europa.
Arabia Saudí y Emiratos Árabes se plantean como primeros destinos ante una posible llegada de CUPRA a dicha región de Oriente Medio, la misma en la que las marchas chinas han experimentado también un rápido crecimiento que parece haber ampliado la visión a otros fabricantes europeos que todavía no se encontraban representados en la zona. Todo ello, mientras se mantienen a la espera para ver si las negociaciones entre Bruselas y Pekín pueden recuperar la senda de un entendimiento que permita reducir los aranceles a la importación de vehículos eléctricos que se producen en territorio del gigante asiático.